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martes, 23 de octubre de 2012

Libro: Romanos, El Evangelio a los Salvos




INTRODUCCIÓN

La carta a los Romanos es una explicación del “Evangelio a los salvos”, a la iglesia, ya que la salvación es una experiencia que se vive en el encuentro personal con Cristo. Pero nos queda el conocer el ¿por qué?, el ¿cómo? y el ¿para qué? De esta salvación.

Así Pablo, tomándonos en el Capítulo 1 desde la condición de pecadores perdidos, nos lleva a través del gran tema de la carta, la justificación por la fe, elevándonos como por una escalera de ocho pasos, a las cumbres del Espíritu.

Dejándonos allí, libres de toda condenación, de la ley del pecado, y viviendo y andando en el Espíritu, disfrutando de las bendiciones de ser hijos de Dios.

En los Capítulos 9 a 11 nos declara el trato de Dios con Israel,

en el pasado, su elección
en el presente, su endurecimiento, y
en el futuro, su restauración gloriosa, después de revelarnos el gran plan de la salvación con judíos y gentiles.

En los capítulos 12 a 16 nos señala la ética o comportamiento cristiano que debemos seguir, en consecuencia a esta preciosa salvación.

IMPORTANCIA

El que la Epístola a los Romanos encabece la lista de las cartas paulinas, no obedece a que sea la primera que él escribió, sino a su importancia doctrinal, ya que ella se revela la justicia de Dios por el Evangelio, c. 1:17. Justicia que solo se recibe por la fe en Cristo, y de este acto, el de ser justificado, parten la vida cristina y la comunión con Dios, ya que Él nos mira y nos trata, a partir de ese momento, como si no hubiéramos pecado.

Uno de los reformadores la llamó “la Puerta de entrada”; otro, “la Catedral del Cristianismo”. Esto y mucho más que se pueda decir de la excelencia de esta carta, debe llevarnos a estudiarla con verdadero interés espiritual.

PROPÓSITO

Todas las iglesias a las que los apóstoles escribieron dando instrucciones doctrinales y prácticas, tienen su fondo histórico en el libro de los Hechos de los Apóstoles, pero como se demuestra en la misma carta, Pablo no había visitado esta iglesia, y parece que ninguno de los otros apóstoles, ya que en la larga lista de saludos no menciona a ninguno de ellos.

Esto indica que la iglesia en Roma si inició con los visitantes romanos que estaban en el día de Pentecostés en Jerusalén, los que oyeron el mensaje por boca de Pedro y luego regresaron a la capital imperial y propagaron el mensaje dando como resultado el establecimiento de la iglesia.

Esta carta fue escrita unos 25 años después de Pentecostés, o sea en el año 57-58 d.C., aproximadamente, y según el saber de Pablo, la iglesia estaba bien establecida, llena de conocimiento y podían amonestarse unos a otros, c. 15:14.

Pero el propósito de la carta era de recordarles su apostolado a los gentiles por la gracia de Dios, ministrando el Evangelio para que los gentiles le sean ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo, c. 15:15-16.

También manifestó Pablo el deseo de verlos para comunicarles un don espiritual, a fin de que fueran confirmados, y tener entre ellos algún fruto como entre los demás gentiles. Además, por el encargo que tenía de la predicación y enseñanza del Evangelio, se considera deudor a ellos, y también quería pasar de allí a España a llevar las buenas nuevas.

Es importante saber que Pablo fue constituido predicador, apóstol y maestro de los gentiles en fe y verdad, 1 Timoteo 2:7; 2 Timoteo 1:11; Efesios 3:7-9.

DIVISIÓN

La carta se divide en dos grandes partes, la doctrinal y la práctica.

1. Capítulos 1-8: El plan de salvación universal.
    Capítulos 9-11: El trato de Dios con Israel.
2. Capítulos 12-16: La vida práctica en todos los órdenes.                          


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Escrito por Eliseo Duarte
Director de Educación Teológica
IPUL  

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