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lunes, 11 de marzo de 2013

Iglesias Unipentecostales o del Nombre de Jesucristo





Por Manuel J. Gaxiola Gaxiola
Tomado de Las Cuatro Vertientes del Pentecostalismo Mexicano 

Con este nombre nos referimos a las iglesias pentecostales que se distinguen principalmente porque bautizan usando la fórmula “en el nombre de Jesucristo” y que teológicamente recalcan la unicidad de Dios, por lo que despectivamente han sido llamados Sólo Jesús, La Nueva Luz, etc., y muchas veces han sido marginados por otros evangélicos. 

Este grupo de iglesias pentecostales difieren de las otras del mismo tipo principalmente porque bautizan sólo en el nombre de Jesucristo y porque dan énfasis a la enseñanza bíblica sobre la unicidad de Dios y no aceptan que la doctrina tradicional de la Trinidad sea una expresión correcta de la naturaleza de la Divinidad, no deben ser clasificados, sin embargo, ni como arrianos ni como unitarios, pues afirman y defienden la divinidad de Jesucristo. La mayoría prefiere que se les denomine apostólicos.

Para los apostólicos, Dios es sólo uno pero puede manifestarse en muchas maneras y ser varias cosas simultáneamente, p. e., “un hijo nos es dado” que es también “Padre Eterno” y “Príncipe de paz” (Isaías 9:6) Dios el Padre y Cristo son simplemente un misterio (Colosenses 2:2, 3) pero no una indicación de pluralidad en la Divinidad, una revelación que llega a su máxima expresión en Jesucristo (1 Timoteo 3:16). Para ellos la “fórmula trinitaria” de Mateo 28:19 no contradice los textos en que se indica que los apóstoles y primeros cristianos bautizaban en el nombre de Jesucristo (Hechos 2:38; 8:16; 10:48; 19:5), pues Jesucristo es el nombre es el nombre del Dios que se ha manifestado como Padre, Hijo y Espíritu Santo. Oran al Padre en el nombre de Jesucristo y no creen que en pasajes como Juan 17 se sugiera que Cristo hablaba consigo mismo, pues establecen una cierta diferenciación entre la naturaleza humana y la divina, que existían simultáneamente en Cristo.[i] 

Los apostólicos, unipentecostales o unicitarios siempre han insistido en que la interpretación trinitaria de Dios es posterior a la era de los apóstoles. Por un tiempo fueron marginados, rechazados o combatidos por otras iglesias, aunque su pujanza no ha pasado inadvertida y su seriedad y solidez paulatinamente les han ganado un lugar respetable y aun distinguido en el afecto de muchos evangélicos, fenómeno que también se advierte a nivel mundial. En este estudio nos referimos a estos grupos en primer lugar porque es precisamente una de ellas la primera en haberse establecido y formalizado como iglesias en México antes que cualquiera otro movimiento pentecostal. Se requiere también trasladarnos al inicio del pentecostalismo en los Estados Unidos para aprender un poco más sobre su origen y extensión.

Es curioso que la mayoría de los historiadores sobre el pentecostalismo de habla hispana en los Estados Unidos comienzan hablando de los primeros mexicanos, portorriqueños y otros de los ahora llamado latinos y de su ingreso a las Asambleas de Dios y otras denominaciones pentecostales clásicas que posteriormente establecieron en los Estados Unidos sus respectivos departamentos de habla hispana y luego comenzaron a enviar misioneros a América Latina. Estas historias se inician siempre con nombres como los de Francisco Olazábal, Juan Lugo y otros distinguidos pioneros pentecostales cuyo lugar en la historia del pentecostalismo nadie se los puede negar pero, sin restarles méritos a ellos ni despreciando lo que han escrito los historiadores, es justo indicar que, en su referencia a estos pioneros ni De León,[ii] ni Domínguez,[iii] ni Betancourt,[iv] para señalar a unos pocos autores, mencionan que (I) la Apostolic Faith Mission, establecida en la Calle Azusa de Los Ángeles en 1906 y dirigida por W. J. Seymour desde el momento de su fundación tuvo una presencia de mexicanos, que se explica, en parte, por la proximidad de la Calle Azusa a La Placita, que era el principal centro de convivencia de la colectividad mexicana de entonces, (II) que estos mexicanos, siguiendo la práctica de Charles F. Parham, fundador del pentecostalismo, se bautizaban en el nombre de Jesucristo[v] y, (III) que para fines de 1906 ya existían iglesias uni-pentecostales de habla hispana en el sur de California, incluyendo San Bernardino y San Diego. También hay la teoría de que la primera persona que habló en lenguas en la Misión de la Fe Apostólica fue precisamente uno de los trabajadores mexicanos que limpiaron y acondicionaron el citado edificio para su ocupación por Seymour y sus seguidores. Con tan sólo estos datos se corrige la percepción general de que el movimiento del nombre de Jesucristo se inicia en los Estados Unidos entre 1913 y 1916 y que se debe exclusivamente a un cisma que afectó a las recién fundadas Asambleas de Dios, fundadas en 1914.[vi] Por dos años se discutió muy agriamente la cuestión del bautismo en agua, aunque el primer Superintendente General de la organización, E. N. Bell, se bautizó en el nombre de Jesucristo, pero eventualmente los ministros unipentecostales abandonaron las Asambleas de Dios en la convención de 1916.

En realidad la historia del movimiento del Nombre de Jesucristo se remonta cuando menos a 1890 en Rusia, cuando llevaron el mensaje a ese país dos predicadores ingleses que usaban la forma unicitaria para bautizar. José Stewart, el fundador de la Iglesia Evangélica Cristiana Espiritual, antes de venir a México había sido bautizado conforme a la fórmula apostólica por unos misioneros egipcios. Hay en Rusia la tradición de que un obispo ortodoxo también comenzó a predicar el bautismo en el nombre de Jesucristo, pero en ese país se reconoce a Nikolai P. Smorodin como el primer ministro apostólico, a quien pronto se le agregaron otros siete. Uno de ellos estableció iglesias también en Polonia. Descendientes de aquellos primeros creyentes viven ahora en Argentina, Uruguay y Paraguay y forman el grueso del liderazgo de la Asamblea Apostólica de la Fe en Cristo Jesús en esos países.[vii] 

Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús 

Es importante señalar que aquellos primeros predicadores mexicanos que salieron de la Calle Azusa siguieron extendiéndose a otras partes de California, y que de una de esas iglesias en Los Ángeles salió la Sra. Romana Carbajal de Valenzuela para llegar a su tierra natal, Villa Aldama, Chihuahua a testificarles a sus familiares. El primero de noviembre de 1914, doce de ellos tuvieron la experiencia del bautismo del Espíritu Santo acompañado de nuevas lenguas. La Sra. Valenzuela no era predicadora y tenía que regresar a su hogar en California, pero antes se ganó a Rubén Ortega, originalmente ministro congregacional pero para estos tiempos pastor de la iglesia metodista de la capital del estado. Este cambio de denominación se debió al famoso Plan de Cincinatti. Aunque al principio Ortega rechazaba las enseñanzas de la Sra. Valenzuela, al final las aceptó y en oración con ella tuvo la experiencia glosolálica. Luego fue a El Paso, Texas para bautizarse en el nombre de Jesucristo en una iglesia de negros cuyo pastor también lo ordenó para el ministerio apostólico. Luego regresó a bautizar y pastorear a los creyentes en Villa Aldama y también comenzó a formar una iglesia en la capital del estado. Estos fueron los orígenes de la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús en particular y de una considerable parte del movimiento del nombre de Jesucristo, o unipentecostal, en México.[viii] La Iglesia Apostólica está establecida en todo el país, disfruta como movimiento de una sólida organización y pujante economía y desde 1949 ha enviado misioneros al extranjero, incluyendo una médico misionera a Vietnam. Fundó iglesias en Guatemala, El Salvador y Nicaragua, que ahora son independientes, y actualmente tiene misioneros en Colombia, Venezuela, Estados Unidos, Canadá y España.

En México, la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús reporta un 70 por ciento de miembros que han hablado en lenguas cuando menos una vez. 

Iglesia Evangélica Cristiana Espiritual[ix] 

Este es el segundo grupo de nuestra serie, con oficinas en Monterrey. Aunque los primeros convertidos y ministros de esta iglesia estuvieron relacionados con lo que ahora es la Iglesia Apostólica, su historia oficial los presenta como resultados del trabajo que se inició en 1926 con la llegada a México de un misionero escocés de nombre José Stewart. En la actualidad la iglesia se ha extendido a todo el país y parte de los Estados Unidos, Centro y Sudamérica. Cuentan para sus reuniones anuales con una excelente propiedad a la orilla de la carretera que sale de San Luis Potosí hacia Saltillo y han construido allí un auditorio para alrededor de veinte mil personas. 

Iglesia La Luz del Mundo[x] 

Una de las denominaciones evangélicas más controversiales del país y con una historia previa de poca relación con otros movimientos evangélicos, la Iglesia La Luz del Mundo ha sufrido en los últimos tiempos serios ataques de los medios de comunicación. Iglesia de luces y de sombras, no se puede ignorar su pujanza, su presencia en más de treinta países y muchos otros aspectos positivos. Al final de una larga peregrinación geográfica y espiritual, su fundador, Eusebio Joaquín, que posteriormente adquiriría el nombre de “Aarón”, llegó a Guadalajara a fines de 1926 y después de muchos rechazos y pobrezas pudo formar la congregación original. En 1931 celebró en Guadalajara la primera Santa Cena, un evento anual que ahora congrega, según se afirma, cientos de miles de participantes de todos los países donde la Iglesia se ha extendido.

Su templo principal se localiza en una colonia de Guadalajara llamada la Hermosa Provincia, habitada en gran proporción por miembros de la Iglesia. El templo tiene capacidad para unas doce mil personas y bien pudiera ser el más admirable santuario evangélico de su tipo y tamaño en toda la América Latina, que cuenta con excelentes instalaciones educativas y de servicio social. En 1988 congregaron en uno de los principales hoteles de la ciudad de México a unos mil profesionistas fruto de su interés por la educación. La Luz del Mundo sigue siendo una iglesia controversial y está por verse la manera en que encaminará sus iniciativas hacia un programa de mutua aceptación con los demás grupos evangélicos del país, a una visión más amplia de lo que es el cuerpo de Cristo, a un proyecto de inserción mutuamente provechosa en el mundo evangélico que le permita demostrar y compartir los dones que ha recibido del Señor y una adaptación congruente con su evolución y la nueva situación que está viviendo. Las demás iglesias evangélicas necesitan pasar de lo que oyen o leen acerca de esta iglesia a un contacto más amplio y un conocimiento de toda la realidad que muestra un grupo que no debe marginarse ni ser marginado por otros. 

Iglesia El Buen Pastor 

Este grupo es resultado de una división que en 1942 encabezó José María González, quien en ese tiempo era uno de los principales ayudantes de Aarón Joaquín, de la Iglesia La Luz del Mundo. La Iglesia del Buen Pastor ha crecido mucho y se caracteriza porque anualmente se congregan muchos de sus fieles para celebrar la Cena del Señor cada 14 de abril. Para ello cuentan con un auditorio que puede albergar unas treinta mil personas y como ochenta dormitorios en el mismo lugar, construidos por otras tantas iglesias. Esta propiedad se localiza junto al aeropuerto de Toluca. La iglesia cuenta con buen número de congregaciones en el país y se ha extendido a los Estados Unidos y Centro América.

Es obvio que si la Iglesia del Buen Pastor se origina en la Iglesia La Luz de Mundo, aquella comparte prácticas y características comunes a las denominaciones que estamos estudiando en este espacio. Sin embargo, dada la compleja historia y proyección de la Iglesia La Luz del Mundo y la imposibilidad de presentar aquí la clase de análisis que haga justicia a ambas denominaciones, lo que también exigiría un espacio mayor del disponible, preferimos dejarlo en reserva para otra oportunidad. 

Iglesia Cristiana Apostólica del Dios Vivo, Nuevo Israel[xi] 

El nombre original de este movimiento fue el de Iglesia Apostólica del Dios Vivo, Columna y Apoyo de la Verdad, fundada el 23 de septiembre de 1978. Este movimiento es presidido por Jesús Adame Giles, que también usa el nombre de “Pablo de Cuahunahuac”, quien afirma que en la misma fecha antes citada “se le apareció un ángel a la una de la mañana con un mensaje de Dios y un llamado al apostolado”. En un tiempo Adame fue líder de cañeros en Morelos, diputado local y persona de todas las confianzas del difunto líder obrero Fidel Velázquez. Junto con la iglesia que dirige ha recibido la atención de revistas como Contenido. Se afirma que perteneció originalmente a la Iglesia La Luz del Mundo, pero él lo niega. Adame ha visitado la Tierra Santa y lo han atendido algunos líderes judíos, quizá porque se identifican como un Nuevo Israel. No hemos podido encontrar explicaciones escritas sobre esta idea. La matriz del movimiento se localiza en lo que fue una agreste zona colindante con la Universidad de Cuernavaca. Allí viven Adame y unas cuatrocientas familias que en su mayoría pertenecen a la llamada Provincia de Jerusalén, bien conocidos y respetados por la comunidad y con un templo de buen tamaño en el que anualmente se congregan creyentes de todo el país y de Estados Unidos para celebrar donde viven unas cuatrocientas familias y que es el escenario de una celebración anual con gente de todo el país y Estados Unidos la que llaman “Cena de Pascua”. Por la zona de Yautepec tienen un moderno templo que calculamos acomoda de 600 a 800 personas, al que llaman Golán y en el Valle de Cuernavaca que se mira al frente y tiene una hermosa vista se ha adquirido un terreno para construir mil casas para otras tantas familias, especialmente jóvenes. Esto es indicación de una seria preocupación social que comienza abarcando a los miembros de la iglesia. 

Iglesia de Jesucristo 

En los últimos años ha comenzado a tomar un modesto auge este grupo dirigido por Abel Joaquín Avelar, hijo de Aarón Joaquín. De acuerdo con información proporcionada por él mismo, Abel creció en la Iglesia del Buen Pastor, donde comienza a predicar en 1957, pero en 1959 su padre lo mandó a buscar y se inició en el ministerio de la Iglesia La Luz del Mundo. Cuando Aarón sufrió lo que sería su última enfermedad, Abel se encargó de cuidarlo hasta su fallecimiento, que sucedió en 1964. Su relación con la Iglesia La Luz del Mundo finalizó cuando estuvo presente por última vez en la Santa Cena de 1965 en Guadalajara, ya presidida por su medio hermano Samuel. En ese año se trasladó al Distrito Federal y comenzó a formar su propio grupo, que cuenta con veintidós iglesias organizadas. Ostenta en su movimiento el título de Apóstol de la Iglesia y es ayudado por un Consejo Apostólico de 12 miembros. 

Iglesia Pentecostal Unida Internacional 

Colocamos en el presente espacio a esta iglesia por su posición doctrinal tan cercana a la de las otras que ocupan el mismo lugar, aunque también pudiera caber en la lista de misiones que vinieron del extranjero. Esta iglesia fue resultado de la fusión el 20 de septiembre de 1945 de dos grupos del mismo tipo y en respuesta a “un profundo anhelo de unidad” entre dos grupos del mismo tipo que previamente habían compartido actividades conjuntos que les resultaban muy deseosas y promisorias.[xii] Con el tiempo resultó la iglesia unipentecostal más grande del mundo, con cientos de misioneros en todos los continentes. En México tienen ya varios años de operación dirigida por diez misioneros norteamericanos y canadienses. Hace poco tiempo se anunció que saldría un misionero mexicano a trabajar en España y sostenido por las iglesias mexicanas.

Como sucede en todas partes, estas iglesias han sufrido a lo largo de los años separaciones que, hasta donde podemos advertir, no han creado nuevos grupos fuertes ni ninguna denominación que siquiera se les acerque en tamaño, pujanza y recursos a las antes mencionadas, pero que, sin duda, hacen falta en esta lista.

Las iglesias mencionadas en este apartado ocupan su lugar por razones de antigüedad y de sus características doctrinales, especialmente en lo que respecta al bautismo en agua, pero comparten con todas las iglesias pentecostales la común fe en el bautismo del Espíritu Santo con la señal de las nuevas lenguas y las señales y dones del Espíritu. Sin embargo, hablando estrictamente, deben también estar incluidas dentro de las iglesias autóctonas por razón de que fueron iniciadas por iniciativa de mexicanos, con excepción de la Iglesia Evangélica Cristiana Espiritual, cuyo fundador era un extranjero, pero al igual que las otras iglesias aquí señaladas, desde sus inicios han cumplido con los requisitos de sostenerse, difundirse y gobernarse de por sí que según la teoría de un misionólogo de apellido Venn son garantía de crecimiento y respetabilidad. 

Asamblea Apostólica de la Fe en Cristo Jesús 

La cadena de miembros y ministros de esta organización se remonta hasta 1907, cuando dos mexicanos, Juan Navarro y Francisco Llorente tuvieron la experiencia pentecostal en el norte de California y se afiliaron a la naciente iglesia del Nombre de Jesucristo predominantemente negra conocida como Pentecostal Assemblies of the World (Asambleas Pentecostales del Mundo), que según las últimas estadísticas disponibles, contaba en 1988 con 500,000 miembros en 1400 iglesias en los Estados Unidos y otras tantas en campos misioneros en África, Asia, Europa y las Indias Occidentales. Los mexicanos citados, siguiendo una costumbre muy norteamericana, por razones de conveniencia portaban credenciales de la PAW pero actuaban con total independencia. Llorente como Presidente y Navarro como Secretario, el grupo comenzó a crecer y se les añadió un buen número de ministros que resultaron excelentes líderes, como Marcial de la Cruz, de Torreón, Coahuila, distinguido especialmente como evangelista y compositor de más de 300 himnos que se cantan en montones de iglesias de habla hispana en todo el continente, y Antonio Nava, de Durango que eventualmente resultó su principal líder y fundo la Asamblea Apostólica de la Fe en Cristo Jesús (AAFCJ), extendida por la mayor parte de Estados Unidos y con misiones en América Latina y Europa. Parte de su crecimiento procedió de mexicanos que se convirtieron en la Misión de la Fe Apostólica en la calle Azusa de Los Ángeles, quienes eventualmente se unieron a la organización conocida como Iglesia de la Fe Apostólica Pentecostés, presidida por Llorente hasta su fallecimiento en 1928. Nava, que estaba entonces de visita en México, regresó a California y fue electo Presidente de la iglesia conocida a partir de 1930 como Asamblea Apostólica de la Fe en Cristo Jesús (AAFCJ). Esta y la IAFCJ siempre se han identificado como “una sola iglesia”, aunque cada una se gobierna y sostiene de por sí.

A partir de quizá los últimos veinte años comenzaron a manifestarse dos fenómenos que han afectado a la mayoría de las iglesias de México, especialmente las pentecostales. El fenómeno tiene que ver con la creciente emigración de mexicanos a Estados que, siendo evangélicos, naturalmente buscaban a su propia iglesia en el nuevo país. Así fue como la AAFCJ comenzó a recibir un notable influjo de miembros que se habían convertido en México, hasta que la IAFCJ comenzó sus propias misiones en Estados Unidos y envió ministros a que las pastorearan y ya cuenta con más de ochenta iglesias en ese país. El segundo fenómeno es la conversión en Estados Unidos de mexicanos que luego sintieron el deseo de que se les predicara a sus familiares todavía en México, muchos de ellos inconversos. Los pastores de la AAFCJ comenzaron a visitar pueblos y ciudades en México acompañados de gente que ellos habían bautizado en Estados Unidos y así se formó un buen número de grupos afiliados a la iglesia en aquel país. 

La Verdadera Iglesia de Jesús 

En China surgió alrededor de 1917 una iglesia del Nombre de Jesucristo llamada La Verdadera Iglesia de Jesús, que encaró muchas dificultades por la persecución comunista y vivió muchos años escondida, pero ahora se calcula que debe tener como dos millones de miembros, incluyendo los de otros países, y todos sus pastores son profesionistas y no cobran salario a la iglesia. 

Referencias 

[i] Winton M. Nelson, “Sólo Jesús” en Diccionario de Historia de la Iglesia, (Editorial Caribe: Miami 1974) p.971.

[ii] De León, Víctor, The Silent Pentecostals: A biographical study of the Pentecostal Movement among the Hispanics in ther Twentieth Century (La Habra, CA: edición del autor, 1979.

[iii] Roberto Domínguez: Pioneros de Pentecostés (Terrasa, Barcelona, España: Libros CLIE, 1990) 3 vols.

[iv] Esdras Betancourt: “Hispanic Pentecostals: History and Mission”, ponencia presentada en la XXIII Asamblea Anual de la Society for Pentecostal Studies. Guadalajara, Jalisco, México 11-13 noviembre 1993.

[v] Fred J. Foster, Think It not Strange. (Pentecostal Publishing House: St. Louis, Mo.:1965) p. 71.

[vi] James L. Tyson, The Early Pentecostal Revival. World Aflame Press. (Hazelwood, MO: 1992) 101.

[vii] Manuel J. Gaxiola, Hasta el Último Rincón del Mundo: 1948-1998: La Iglesia Apostólica Celebra Medio Siglo de Misiones Extranjeras. Guadalajara: IAFCJ: 1998, p.4

[viii] Ídem, La Serpiente y la Paloma (Historia, Teología y Análisis de la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús. (1914-1994) 2a. ed. Libros Pyros: México, D. F. pp.141-145.

[ix] Castañón Santa Ana, Raúl; Cuevas Hernández Baltazar; Hernández Arroyo, Benjamín; Silva Ibarra, Josué; Zamarripa Araujo, Josué, Historia de la Iglesia Evangélica Cristiana Espiritual. (Monterrey, N. L.: Iglesia Evangélica Cristiana Espiritual, 1993)

[x] Léase Araceli Ibarra Bellón, Alisa Lanczyner Reisel, La Hermosa Provincia: Nacimiento y Vida de una secta cristiana en Guadalajara. Tesis de Maestría en Filosofía, Universidad de Guadalajara, marzo de 1972; Luis Rodolfo Morán Quiroz, Alternativa Religiosa en Guadalajara: Una aproximación al estudio de las Iglesias Evangélicas. Universidad de Guadalajara, Departamento de Investigación Científica y Superación Académica. Guadalajara, 1990; Araceli Ibarra Bellón y Fernando Leal Carretero, El Templo de la Hermosa Provincia: Mediaciones entre lo estético y lo social. Ponencia presentada en la XXIII Asamblea Anual de la Society for Pentecostal Studies, en Guadalajara, 11-13 noviembre de 1993. Renée de la Torres, Los Hijos de la Luz: Discurso, Identidad y Poder en La Luz del Mundo. Tlaquepaque, Jal.: Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social. Guadalajara, Jal., y Universidad de Guadalajara.1995; René Rentería Solís, Vida y Obra del Apóstol Aarón Joaquín. Guadalajara: Iglesia la Luz del Mundo, A. R., 1998.

[xi] Ernesto Villalobos González, Un Nuevo Amanecer: Memorias de Jesús Adame Giles. Editorial Imagen (Sin fecha ni lugar)

[xii] Arthur L. Clanton, United We Stand: Una historia de organizaciones unipentecostales. (St. Louis, Mo.: The Pentecostal Publishing House: Hazelwood, Mo.: 1970, pp. 116, 117

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