Por Randy Hurst
Tres
señales dramáticas acompañaron el derramamiento del Espíritu Santo el día de
Pentecostés: Un estruendo como de un viento recio, lenguas como de fuego, y
hablar en otras lenguas. El viento y el fuego no se repitieron en Hechos, pero
el hablar en lenguas siguió ocurriendo cuando la gente era llena con el
Espíritu. Orar en lenguas tiene varios propósitos en la vida del creyente lleno
del Espíritu.
1.
Confirmación. Hablar
en lenguas es la primera señal externa del bautismo del Espíritu Santo. Esto se
encuentra en Hechos 2:4 y también en Hechos 10 y 19. Hechos 10 es especialmente
instructivo, porque Lucas escribe que lo que convenció a los creyentes judíos
de que los gentiles habían recibido el don del Espíritu Santo fue que habían
oído "que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios." (Hechos
10:46).
2.
Adoración. Nuestra
mente finita es incapaz de comprender, y nuestro propio lenguaje es inadecuado
para expresar en su totalidad la adoración a Dios de nuestro corazón. Hablar en
lenguas, en lo que muchos se refieren como un "lenguaje de oración",
nos liberta para comunicar a Dios la adoración de nuestro corazón que no
podríamos expresar con nuestro limitado vocabulario. Cuando yo oro en lenguas,
el Espíritu Santo da testimonio con el mío de que la adoración de mi corazón,
que yo no podría expresar adecuadamente, ha sido comunicada con la ayuda del
Espíritu. (1 Corintios 14:15-17).
3.
Edificación. Orar en
el Espíritu edifica – "levanta" – de dos maneras: Edifica al individuo
que ora en el Espíritu, y si es interpretada, edifica a la iglesia. Pablo dijo
que él hablaba en lenguas más que todos los corintios, pero los amonestó
diciéndoles que en la iglesia las lenguas debían ser interpretadas para que
todos fueran edificados. (1 Corintios 14:3-9). Esto no limita el uso privado de las lenguas para la
edificación personal, pues orar en lenguas edifica espiritualmente al creyente.
4.
Intercesión. "Y
de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de
pedir como conviene, no lo sabemos." (Romanos
8:26). Cuando oramos en el Espíritu, se nos permite orar más allá de
nuestro entendimiento, y Dios nos usa para lograr sus propósitos en la vida de
los demás por medio del ministerio de intercesión. Pablo dijo: "Orando en
todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con
toda perseverancia y súplica por todos los santos." (Efesios
6:18, Judas
20).
Nota: Al hacer clic en cualquiera de las citas bíblicas lo llevará a esa referencia.
Nota: Al hacer clic en cualquiera de las citas bíblicas lo llevará a esa referencia.
Gracias a DIOS, por esas enseñanzAs. El SEÑOR JESÚS te bendiga hermano por subirlas.
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