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sábado, 3 de noviembre de 2012

Predicación sobre Los Dones del Espíritu




Por Álvaro Torres Forero
Semana de la Familia
IPUC - Cúcuta

Introducción

Los capítulos 12, 13 y 14 de 1 Corintios son el testimonio de que ha existido controversia sobre el tema de los dones espirituales.

Estos capítulos fueron escritos para aclararle a los corintios el uso y el abuso que ellos hacían de los dones. Muchos en vez de tomar esto como una aclaración lo han tomado como una fijación de posición pero en realidad es una aclaración a unas personas que tenían prácticas que se volvieron desordenas y que el apóstol Pablo estaba organizándolas.

No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales”. 1 Corintios 12:1

La Biblia nos habla de los dones del Espíritu como herramientas para la edificación del cuerpo de Cristo y agrega que no debemos ignorarlos. Estos son verdades que no debemos ignorar.

Nosotros en realidad hemos hablado del don de lenguas y lo hemos practicado, y quien toca el don de lenguas se mete en un gran problema en la Iglesia Pentecostal Unida porque nos hemos enamorado del don de lenguas y surgen preguntas como ¿hace cuánto tiempo usted no habla en lenguas? ¿Usted sólo hablo una vez en lenguas?

¿Qué es un don?

La palabra don en la Biblia proviene de la palabra Carisma que quiere decir gracia, don divino, benevolencia, servicio. La palabra Carisma significa habilidad, una habilidad que uno tiene. Un don del Espíritu es una habilidad recibida del Espíritu Santo, es decir, hay habilidades que tienen las personas comunes y hay habilidades que son dadas por el Espíritu Santo. Un don es un regalo de Dios porque la palabra don lleva implícito el concepto de gratuito.

Los dones son producidos por el Espíritu Santo y hacen referencia a las gracias que Dios concede a los creyentes, en otras palabras, el don es la influencia del Espíritu Santo sobre el creyente y le imprime carácter, ¿por qué le decimos a una persona que es un cantante? ¿Qué lo hace cantante? Una personas es cantante porque tiene la habilidad de cantar, una persona que sabe escribir se convierte en un escritor, una persona que sabe hablar se convierte en un orador. El don le imprime carácter y lo hace lo que la persona es, yo soy pastor porque tengo el don para pastorear, el otro es evangelista porque tiene del don de evangelizar aunque hoy en día no se le llama evangelista a los que evangelizan sino a los que predican gritando, al que es un predicador vivaz, pero esto no es ser un evangelista sino un buen orador. En la Iglesia Pentecostal casi no tenemos evangelistas reconocidos, lo que tenemos son predicadores oradores que les gusta la multitud y saben predicar con un grupo de músicos, como los americanos llaman orador al que llena un estadio entonces nosotros decimos: ¡ese es un evangelista! Lo que se ha puesto de moda en nuestra iglesia es la oratoria grandilocuente, el hombre que sabe saltar, que sabe correr, que se baja del púlpito, que va hasta allá, que regresa aquí y se dice que ese es un gran evangelista, pero no es así, evangelizar es otra cosa, es comunicar el evangelio, algunos evangelistas no son famosos pero son muy buenos.

Tú tienes un don y ese don te convierte en lo que eres, es decir, hay un hombre que es un ministro, hay un don que le hace qué ministro es y hay una actividad que le muestra cómo se hace el ministerio que él tiene. Ministerio es la actividad, Ministro es la persona, Don es la habilidad y la Operación son los resultados. Esas son las cuatro palabras que se usan ahí que son muy importantes.

¿Cuáles son los dones?

En el capítulo 12 de 1 de Corintios hay una lista de dones pero no es la única lista que hay, en Romanos 12 hay otra lista y también en Efesios 4 pero no se dan por terminadas, la forma de hablar del escritor da a entender que hay esas habilidades y otras.

En Efesios se hace una explicación que no se hace en ninguna de las otras listas, dice que son para el perfeccionamiento de los santos y para la obra del ministerio, le agrega esta frase que le da una característica especial a esos dones, es decir, hay una insinuación de que estos dones que algunos llaman ministeriales (pero que en realidad todos son ministeriales) tienen una función específica que es el perfeccionamiento de los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, como podemos ver, hay gran diversidad de dones que los creyentes pueden tener aunque los de Efesios parecen tener una función específica y se identifican con los ministerios mayores o de formación y perfeccionamiento de los santos.

¿Cómo se obtiene un don?

La Biblia dice que no podemos conseguir el don que queramos, somos un cuerpo y cada órgano en el cuerpo tiene una función específica que no consigue porque lucha con los otros miembros sino porque le dieron esa función. Dios repartió estas habilidades de los órganos del cuerpo como Él quiso.

Dios nos puso en el cuerpo como Él quiso y eso quiere decir que nos dio una función específica como Él la quiso, por eso a veces invitamos a alguien para que la iglesia se beneficie con el don que el otro tiene, debemos compartir los dones para que la iglesia se beneficie de todos estos ministerios que Dios nos has dado.

Así que nadie puede decir: ¡yo quiero ser apóstol! aunque nosotros pensamos que los apóstoles no existen porque pensamos que apóstol es Pablo, Pedro… pero la palabra apóstol significa enviado, primer enviado, así que un misionero debiera ser un apóstol, es decir, en cuanto a ministerio debiera ser un apóstol, no quiere decir que es de los apóstoles originales, quiere decir que es una persona que tiene ese tipo de ministerio, ¿cuál es el ministerio del apóstol? Es un ministerio global en el cual el que ha sido enviado debe evangelizar, estructurar a los convertidos para el bautismo, bautizarlos, pastorearlos, formarlos, organizarlos, formar las iglesias y sacar los primeros obreros.

El don no se consigue, se recibe.

¿Cómo descubro cuál es mi don?

El don se descubre actuando, sirviendo en la obra del Señor, los pastores deben observar el crecimiento del creyente para descubrir el talento que él tiene para así ayudarlo, incentivarlo y apoyarlo a que él desarrolle el talento percibido por su pastor y confirmado por la iglesia.

Cuando Pablo fue llamado por Dios se fue a las regiones de alrededor y contaba lo que Dios había hecho con él, en eso estuvo casi trece años antes de ser oficialmente un ministro, los de ahora se convierten y al año ya quieren ser pastor pero eso debe llevar su tiempo para que se vaya formando y desarrollando.

Los capítulos 12, 13 y 14 de 1 Corintios no son una enseñanza, son una corrección, los corintios preguntaron varias cosas: el matrimonio, las ofrendas, el uso de los dones.

El capítulo 14 de 1 de Corintios habla del don de lenguas y la profecía, al final de este capítulo se habla acerca del mal uso que los corintios le dieron a las lenguas que es el mismo que nosotros le estamos dando, a nosotros ya nadie nos saca del pentecostalismo pero a veces hacemos lo que la Biblia clara y específicamente dice que no hagamos.

El apóstol Pablo dice: prefiero hablar cinco palabras en buen castellano que 10.000 palabras en lenguas, también dice: prefiero hacer lo que es mejor, en ese contexto de que hay unas cosas que en el culto público en relación con las lenguas y la profecía, la una es mejor y la otra es peor, el apóstol Pablo dice: procuren lo mejor, porque en la iglesia prefiero profetizar que hablar en lenguas, una cosa es mejor porque todo el mundo la entiende y edifica, mientras que en la otra, la persona habla en lengua y su entendimiento queda sin fruto y dice claramente en la iglesia y no dice en la casa.

Hablando de ese culto y de esas preguntas él les dice: escojan lo mejor. No que haya un rango de dones y que uno sean mejores y otros peores, no hay dones mejores y peores porque todos son dones para la edificación del cuerpo de Cristo pero hay dones que son preferibles según la circunstancia, en el caso del culto público era preferible hablar en castellano que hablar en lenguas, el apóstol les dice: prefieran lo mejor, entonces no se trata aquí de que “yo voy a orar para que Dios me dé los mejores dones”.

El don de lenguas

Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos? 1 Corintios 12:27-30

La respuesta a todas las preguntas es NO.

No sé de dónde sacamos nosotros que todos tienen que hablar en lenguas como don, la Biblia dice que no, otra cosa es el bautismo del Espíritu Santo, la Biblia enseña que la señal inicial del que recibe el bautismo del Espíritu Santo es que habla en lenguas pero no todos los que hablan en lenguas por recibir el Espíritu Santo reciben el don de lenguas, entonces es muy posible que algunos no tengan el don de lenguas porque aquí lo dice ¿hablan todos lenguas? pero a nosotros no es muy difícil aceptar esto.

El manejo del don de lenguas es una cosa y el manejo de las lenguas como señal inicial del bautismo del Espíritu Santo es otra, es necesario que nosotros no impidamos el hablar en lenguas, entonces no podemos decir: “en esta iglesia no se hable en lenguas”, la Biblia no dice eso, pero sí dice que es preferible que en el culto público no hablen en lenguas o que si hablan en lenguas sea bajito y para cada quien en particular a menos que tenga interpretación, pero si tiene interpretación sean uno o dos, o a lo más tres.

No es cuestión de que yo soy pentecostal y estos hermanos de ahora no son pentecostales, es que la Biblia que es pentecostal dice así, nosotros no podemos inventar una doctrina porque creamos que es más espiritual o que es más bíblico o que así es más pentecostal.

El uso práctico de los dones

Hemos llegado a unas ideas sobre la manifestación del Espíritu Santo, que nosotros pensamos que cuando hay una manifestación de un don, tiene que haber un estado emocional extraordinario o que tiene que pasar “en la manifestación de Dios”, eso nos deja a nosotros a veces muy mal parados, porque esas tales “manifestaciones de Dios” que nosotros llamamos, pasan en los cultos, y a veces la manifestación de los dones del Espíritu Santo pasa fuera de los cultos, por ahí hay iglesias que terminan el culto y después del culto empiezan a profetizar todos, eso es un culto inventado por ellos, Dios no dice eso, pero ellos lo hacen, y algunos van y le profetizan al oído de la persona.

Yo tuve una Escuela Bíblica que fue extraordinaria, pero en todo avivamiento siempre hay alguna cosita rara y el pastor no puede dejarse llevar de las espumas, tiene que ser un hombre sólido, recibieron 80 el Espíritu Santo en tres días, esa vez bauticé 42 en esa semana de los que se convirtieron, pero estaba yo en el culto y se estaba Dios manifestando y vi una hermana que vino a donde otra y le habló al oído, yo sabía que ésta no había recibido el bautismo del Espíritu Santo y aquella se la daba de profetisa, cuando ya se habían ido casi todos, esta chica que pasó porque la otra le habló, venía saliendo llorando, y yo le dije: Dios le bendiga hermana, ¿cómo está?, mal (me respondió), ¿qué le pasó?, es que no entiendo hermano, no entiendo, ¿qué es lo que no entiende?, Dios me dijo que esta noche yo iba a recibir el Espíritu Santo y no lo recibí, ¿cómo le dijo Dios a usted eso?, la hermana tal vino y me dijo que Dios me mandaba a decir que lo iba a recibir. Bueno, entonces no diga que Dios le dijo, diga que ella le dijo que Dios le había dicho, es muy posible que Dios no le haya dicho eso, pero ella dice que Dios le dijo.

De pronto la hermana no lo hizo por maldad, pero con el deseo de que la otra recibiera el Espíritu Santo, ella le dijo: Ahora que está el Señor aquí debes ir, Dios me puso esto, vete allá… Ella estaba usando una palabrería que es un poco impropia (pensando que fuera bien intencionada), entonces yo tuve que explicarle porque esa muchacha estaba en el piso y ya no iba a venir más a la iglesia porque Dios la engañó, entonces para eso estamos los pastores, para animar al creyente; ella está ahora mismo fiel al Señor, tiene el Espíritu Santo, está casada bien, está sirviendo y trabaja en la iglesia.

Fíjese como fue y le dijo: “pasa porque esta noche Dios te va a dar el Espíritu Santo, Dios me lo dijo”. Tenga cuidado, porque nos dejamos llevar por las emociones, y la debilidad de los dones del Espíritu del Nuevo Testamento es esa, que acontecen en un ambiente emocional inestable, por eso cuando el profeta profetiza en el Nuevo Testamento la iglesia juzga, en el Antiguo nadie juzgaba al profeta, él decía: esto es así y eso es así, pero como los que “profetizan” quieren ser como Isaías o como Jeremías o alguno de ellos a quienes no aceptaban que se equivocaran, ellos dicen: “el Señor dijo, palabra Dios, ustedes son unos rebeldes”, no, el rebelde es usted como está hablando.

¿Cuál es la diferencia entre interpretación de lenguas y profecía?

En la Biblia están separados los dones de interpretación de lenguas y de profecía. La predicación es la proclamación del evangelio, no siempre que yo predico profetizo pero es muy posible que yo un día predicando profetice, cuando yo hablo en lenguas y alguien interpreta, la interpretación no necesariamente es una profecía pero puede ser, porque la profecía es el contenido, es decir, si lo que dice el mensaje en lenguas es profético sería profecía pero si no lo es, igual es un don del Espíritu Santo.

La profecía es lo que de pronto nosotros menos manejamos, pero sí se muestra en la Biblia. Agabo profetizó algo que iba a pasar en el futuro “así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto” y eso pasó. Pero los hermanos de ahora quieren profetizar como los profetas antiguos, cuando existieron Elías, Isaías, Jeremías y todos esos profetas, la Biblia no existía, entonces Dios le hablaba al mundo a través de sus profetas y esas profecías que ellos dieron fue lo que llegó a ser nuestra Biblia, Dios usaba al profeta como el oráculo o como la palabra hablada inmodificable de Dios, pero hoy día el profeta no tiene esa función, tanto es así que a los profetas antiguos usted no les podía decir que no, “yo voy a pensar si eso es así”, no, ellos decían: así ha dicho Jehová. El profeta del Nuevo Testamento no habla así, el profeta profetiza y la iglesia juzga, y si el profeta realmente es espiritual, debe someterse al juicio de la iglesia, alguien diría: y si la iglesia se equivoca, la iglesia se puede equivocar, pero lo que no pueda hacer el profeta es revelarse, porque mostraría que no es espiritual, si usted profetiza y la iglesia dice que no, quédese tranquilo que lo que es verdad, es verdad, desgraciadamente en este caso el tiempo lo dirá, aunque las personas que pudieron haberse beneficiado sufrirán el mal, pero lo que yo no puedo es profetizar y querer imponer mi profecía porque yo soy el profeta, profetas que quieran manejar el culto a un pastor, no son profetas, son gente que les gusta buscar el protagonismo, porque el que tiene el manejo de la iglesia es el pastor, la Biblia no dice: sujetaos a vuestros profetas, la Biblia dice: sujetaos a vuestros pastores, la Biblia no dice: escribe al profeta de la iglesia, la Biblia dice: escribe al ángel, que era el pastor. El ministerio que está encargado de manejar la iglesia local es el pastor, no porque él sea más famoso o el más importante, es porque esa es su función, el pastor está para cuidar las ovejas, alimentarlas, protegerlas y manejar el rebaño, ese es su trabajo.

En Belfast, Irlanda, había una profetisa y estaban nombrando los directivos de la iglesia local, y habló en lengua y dijo: así dice el Señor, separadme a fulano para secretario y separadme a fulano para tesorero y separadme a tal para vocal y separadme a… separadme a, a la hermana de la blusa roja. Hermanos, Dios no puso a los profetas para dirigir la iglesia, tampoco puso a los profetas para desenterrar los pecados a las personas, usted no encuentra a ningún profeta en el Nuevo Testamento haciendo eso, algunos hermanos quieren emular a los profetas del Antiguo Testamento que tenían una función totalmente diferente, en pocas palabras, la función del profeta del Antiguo Testamento es: “El Espíritu de Jehová está sobre mí para declarar a Israel su pecado”, en el Nuevo Testamento no dice así, dice: El Espíritu del Señor está sobre mí para anunciar buenas nuevas de salvación, apertura de la cárcel, libertad a los cautivos”, nosotros no andamos denunciando el pecado como Isaías, Jeremías u Oseas, nosotros estamos predicando el reino de Dios que salva o los cautivos, no es lo mismo, pero el hermano quiere sonar como el profeta Isaías, y alguno hasta se pone la ropa para que se vea dramático, “atención, pueblo de Dios, he aquí vengo en breve y mi galardón conmigo”, no, eso dijo el profeta antiguo, el profeta nuevo no dice así, por eso dije: haga la línea de las dispensaciones, cosa que usted ubique cada cosa en su sitio, porque queremos usar las palabras de Ester o las de Ruth o las de Daniel o las de Isaías o las de Moisés como si fueran escritas ayer y resulta que han pasado más de 3.000 años, usted me va a decir a mí que en 3.000 años no ha pasado nada, no se ha cumplido nada, estamos en la misma circunstancia, Cristo no ha venido, Cristo no ha muerto, no ha resucitado, el diablo no ha sido vencido, sigue con las mismas funciones, los demonios siguen iguales, entonces ¿para qué vino Cristo hermanos?, ¿estos 3.000 años de historia para qué han servido?

Creo que nosotros debiéramos acostumbrarnos a usar la terminología correcta, que de pronto a veces no la usamos bien, la gente a veces discute porque dicen: no tiene el Espíritu Santo, en realidad sí tiene el Espíritu Santo, lo que no tiene es el bautismo del Espíritu Santo, que es una experiencia fuera de esa obra del Espíritu o que pasa dentro de esa obra del Espíritu, es un peldaño más en la vida, la obra del Espíritu empieza el día que le comienzan a predicar la palabra, ahí arranca la obra del Espíritu, pero el bautismo del Espíritu Santo es una bendición posterior, lo malo es que aquí como hemos confundido las dos expresiones, alguien dice: él no tiene el Espíritu Santo si no ha recibido el Espíritu Santo, refiriéndose al bautismo, otro dice al revés: yo no necesito recibir el bautismo porque ya yo tengo el Espíritu, los dos están equivocados, la obra del Espíritu empieza cuando cree la palabra y el bautismo es una bendición posterior, pero el haber recibido la obra del Espíritu en su vida no es equivalente a recibir el bautismo del Espíritu Santo, que es una experiencia dentro de la misma experiencia de la obra del Espíritu, fíjese en un versículo: en el postrer día grande de la fiesta, Jesús se puso en pie y dijo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto hablaba del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él. Fíjese que nosotros como hemos pensado que el bautismo del Espíritu Santo es la recepción del Espíritu y que no tenía Espíritu antes, entonces dicen: descendió, pero aquí la Biblia no dice descendió, sino de su interior correrán, así que ya había algo adentro, porque es de su interior que corren, es decir, no es que cae, “desciende aquí, desciende aquí, desciende aquí, el Espíritu de Dios ya descendió” hace 2000 años ya descendió, no va a descender, lo que usted necesita es permitir que el Espíritu Santo se manifieste en usted en forma del bautismo del Espíritu Santo, porque el Espíritu ya descendió, el Espíritu, es decir, lo que es la obra del Espíritu ya descendió, pero el bautismo del Espíritu Santo es una experiencia posterior, y yo no puedo decir que porque la obra del Espíritu empezó en mí, ya tengo el Espíritu y no necesito el bautismo del Espíritu Santo, porque no son iguales, como tampoco puedo decir que no tengo nada de Dios porque no tengo el bautismo del Espíritu Santo, porque tampoco es verdad, son dos experiencias diferentes, está bien que los hermanos hablen en lenguas pero no tienen necesidad que se interpreten sino que son para su edificación y en ese caso la Biblia dice: calle en la congregación, pero nosotros decimos ¡cómo van a callar!, pero la Biblia dice que calle en la congregación a menos que las pueda interpretar él mismo u otra persona, lo que sí es verdad es que hace rato no se ve una interpretación de lenguas y eso sí se puede pedir, la Biblia dice: pida el poder interpretarla, no tener el don, pero interpretar las lenguas sí se puede pedir, sería bueno pedirle al Señor que alguien interprete lo que se está hablando para saber y si no, calle en la congregación.                                   

Haz clic en el siguiente enlace para ver esta predicación en video:

Los Dones el Espíritu - Álvaro Torres 

sábado, 11 de agosto de 2012

Los Dones Ministeriales



“Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres”. Efesios 4:8

Cuando Cristo ascendió Él dio dones a Su pueblo y para Su pueblo. Esto se inició con el derramamiento del bautismo del Espíritu Santo el cual es prometido para todos los creyentes. Él proveyó una variedad de dones (1 Corintios 12:4) y personas con ‘dones’ para el cuerpo de Cristo. Dios ha “colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso” (1 Corintios 12:18).

La gran mayoría de dones espirituales mencionados en la Biblia se hallan en tres capítulos claves:

Dones para el Servicio
Romanos 12:6-8
Dones del Espíritu/Dones Espirituales
1 Corintios 12:8-10, 28-30
Dones Ministeriales
Efesios 4:11
 
Esta lección principalmente trata con los dones para el ministerio. Los cinco ministerios mencionados en Efesios 4:11 pueden—y deben—estar activos en la iglesia apostólica del siglo veintiuno. Ellos ministran juntos—cooperativamente y no en competencia el uno contra el otro—para desarrollar la madurez espiritual en las vidas de cada creyente. Cada uno de estos ministerios especializados es una extensión del ministerio de Cristo mismo.

El Ministerio quíntuple consiste de:

Apóstoles
Gobiernan
Profetas
Guían
Evangelistas
Reúnen
Pastores
Cuidan
Maestros
Fundamentan

Se debe hacer notar que algunos se refieren a lo señalado arriba como al ministerio cuádruple combinando a los pastores y maestros en una categoría. Esto hace que un cargo tenga dos ministerios. Para simplificar, esta lección asumirá que hay cinco cargos o ministerios.

Es interesante notar que todo pastor enseña pero no todo maestro es pastor. Todo profeta profetiza. Sin embargo, no todo aquel que profetiza es profeta.  Un creyente puede ser usado en el don de profecía. Un profeta es llamado para ese papel ministerial. Todo pastor debe hacer la obra de evangelista (2 Timoteo 4:5). Sin embargo, no todo pastor es un evangelista.

Apóstoles
Uno que es enviado.
Enviado por Dios (Juan 3:16).
Profetas
Uno que oye a Dios y habla por Él.
Profetizó eventos, fue un cumplimiento de la profecía del Antiguo Testamento, y las palabras dichas fueron una revelación de Dios.
Evangelistas
Uno que trae buenas noticias y con entusiasmo comparte el mensaje de salvación.
El encarnaba las Buenas Noticias. Verlo obrar con la mujer samaritana.
Pastores
Uno que pastorea al pueblo de Dios.
Es referido como el Buen Pastor quien vino a guiar a la gente. Ver Juan 10:11.
Maestros
Uno que enseña e ilumina al pueblo de Dios en doctrina y estilo de vida.
A menudo se le refiere como Maestro. El enseñó con autoridad. Ver Juan 13:13.
  
Apóstol
Pulgar
Toca a los demás dedos
Profeta
Índice
Se usa para dirigir
Evangelista
Cordial o medio
Se extiende más
Pastor
Anular
Dedo del pacto
Maestro
Meñique
Mantiene el balance


Uno puede utilizar una mano con sólo tres dedos. Esto no es lo ideal. Una mano funciona mejor con cinco dedos. Cualquier cosa menos indica estar incapacitado. 

“A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos  lleguemos a la unidad de la fe, y del conocimiento del hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya  no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,  sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo” (Efesios 4:12-15, énfasis del autor).

Hay por lo menos tres metas del ministerio quíntuple reveladas en Efesios 4:12:

1. Perfeccionar a los santos. El perfeccionar significa equipar, completar y preparar.
2. Equipar al pueblo de Dios para obras de servicio. “Para entrenar a los cristianos en obras de servicio expertas, obrando dentro del cuerpo de Cristo, la iglesia” (MSG).
3. Edificar el cuerpo de Cristo. El edificar insinúa que el ministro está fomentando el crecimiento de otro.

El ministerio quíntuple obra en armonía para lograr estas metas hasta que el pueblo de Dios:

1. Llegue a la unidad de la fe y del conocimiento de Jesucristo.
2. Madure o sea perfecto: “Completamente desarrollado por dentro y por fuera” (MSG).
3. Obtenga la medida entera de la plenitud de Cristo. Tenemos que estar completamente desarrollados, finalizados, listos para el uso en el reino.
4. Rechace maestros y predicadores falsos.
5. Conozca la verdad entera y la hable con sabiduría y con amor.
6. Crezca en toda manera para estar pleno como Cristo.

Es difícil lograr esto sin cada aspecto del ministerio quíntuple. Estos obran juntos como un equipo para realizar el trabajo de la iglesia. Es mucho más fácil alcanzar la unidad de todos los creyentes si es que reconocemos la  singularidad de todos los creyentes.

“Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado”. Hechos 13:2

El llamamiento y dones de una persona deciden el ministerio de esa persona en el cuerpo de Cristo. Daniel Scott sabiamente dice: “No se entra al oficio de ministro por elección del creyente, sino más bien por el llamamiento de Dios… Es algo honroso el desear la vocación y la responsabilidad… demostrar la carga de evangelizar al mundo y de desarrollar personas hacia a un estado piadoso, pero el deseo solo no es una razón suficiente para elegir una vocación en el ministerio. La elección es de Dios solo…” 

“Mira que cumplas el ministerio”. Colosenses 4:17


Características de cada Ministerio

Apóstoles:
  • Proveen el gobierno del reino.
  • Prevén y son pioneros.
  • Progresan y avanzan hacia territorio nuevo.
  • Disfrutan estableciendo nuevas Iglesias y ministerios.
  • Avanzan hacia zonas que no han sido alcanzadas y establecen iglesias.
  • Abren puertas de oportunidades para difundir el Evangelio.
  • Poseen los otros dones espirituales u oficios dentro de su llamamiento.
  • Asientan el fundamento, juntamente con los profetas (Efesios 2:20).
  • Testigos de la resurrección (Hechos 1:15-22).
  • Enviados.  

Algunos son del sentir que los apóstoles ya no existen en la iglesia hoy día. Esto se basa en la suposición de que el fundamento ya ha sido establecido (Efesios 2:20), ya no se necesita más construcción, y que también los apóstoles han visto personalmente al Señor resucitado (1 Corintios 9:1-2). El otro ángulo es que hay algunos que sin esfuerzo alguno adhieren el título de apóstol o profeta a sus nombres sin demostrar las características del ministerio. Ellos están fomentando nombres y buscando títulos. El mal uso de la función ministerial abunda. La respuesta apropiada para el mal uso no es la eliminación sino el uso propio y la educación suficiente.

Otros sugieren que los misioneros son los apóstoles del día moderno. Tal vez algunos sí lo sean. Aunque todos los misioneros sin duda son enviados, sería exagerar un poco el decir que todos podrían considerarse apóstoles. Los misioneros sí poseen un don especial para así poder adaptarse a otras culturas.


Profetas:
  • Guían el gobierno de la iglesia.
  • Predicen el futuro.
  • Poseen una figura clara de lo que está pasando.
  • Tienen un entendimiento de los tiempos.
  • Proclaman e interpretan la revelación divina dada a ellos.
  • Revelan lo que está escondido.
  • Interpretan lo que se le está revelando a ellos.
  • Hablan por Dios.
  • Emiten proclamaciones de acuerdo a la Palabra escrita.
  • En el Antiguo Testamento se les refiere como “vidente” (1 Samuel 9:9).
  • Prevén los tiempos y la iglesia apostólica presente.
  • Son directivos o correctivos en su enfoque.
  • Exhortan, edifican, y consuelan mediante la profecía (1 Corintios 14:3).
  • Predicen el juicio venidero. 

Evangelistas:
  • Reúnen a los demás en el reino.
  • Hacen recordar a los demás cristianos que es necesario alcanzar a los perdidos.
  • Alcanzan a la gente con el mensaje de salvación usando una unción especial para ese propósito.
  • Saben cómo hacer la Palabra de Dios relevante a los que no son cristianos.
  • Atraen a otros a una discusión sobre Jesús por doquiera que van.
  • Tienen pasión para compartir el Evangelio.
  • Tienen valentía al compartir su fe.
  • Anuncian las buenas nuevas.
  • Relatan los hechos de la redención.
  • Predican a “Jesús.”
  • Reconcilian a la gente con Dios.
  • Declaran las promesas de Dios.
  • Heraldos de salvación.
  • El ganar almas es la huella de su llamamiento.
  • Ungidos para atraer a la gente.
  • Emplean la sabiduría para ganar a los perdidos.
  • Viajan de lugar en lugar.

Pastores:
  • Cuidan, protegen, alimentan y están a cargo de las necesidades espirituales del rebaño.
  • Pasan la mayoría de su tiempo con otros cristianos.
  • Sirven como supervisores espirituales.
  • Cuidan las almas.
  • Modelan el Cristianismo.
  • Sirven y alimentan al rebaño.
  • Demuestran gran paciencia al tratar con problemas de otros.
  • Poseen la habilidad de hablar la verdad con amor.
  • Escuchan y hacen fácil que los demás compartan sus sentimientos.
  • Capaces de invertir a largo plazo en el bienestar espiritual de los creyentes.
  • Hacen lo que sea necesario para ver a la gente crecer en la fe y en sus vidas espirituales.
  • Ayudan a dirigir a otros para que continúen yendo en una dirección celestial y piadosa.
  • Conducen a las ovejas al redil. 
  • Se sacrifican por las ovejas (Juan 10:11).

Maestros:
  • Fundamentan a los creyentes en la doctrina apostólica.
  • Explican, iluminan (Salmos 119:130) y educan a otros para entender y aplicar la verdad.
  • Disfrutan leer y estudiar la Palabra de Dios. La enseñanza falsa aparece debido a que el maestro deja de estudiar y prepararse apropiadamente.
  • Exponen la verdad de manera simple.
  • Se entusiasman al enseñar la Biblia a otros. 
  • Poseen la habilidad de hacer clara o simple la Palabra de Dios a la gente en cualquier nivel de madurez o educación que se encuentren.
  • Instruyen mediante el ejemplo y estilo de vida personal. La vida tiene que coincidir con la instrucción o enseñanza.
  • Explican las Escrituras de una manera fácil de entender para los oyentes.
  • Tienen la habilidad espiritual. Una persona tal vez tenga la habilidad natural, inclinación o entrenamiento para enseñar. Sin embargo, esto no significa necesariamente que él sea llamado al oficio o cargo espiritual de maestro.
  • Imparten la verdad usando ejemplos o cosas  ordinarias y  sencillas.
  • Instruyen a la gente en conocer a Dios en vez de solamente entender la religión.
  • Se reproducen en las vidas de otros (Lucas 6:40).
  • Entrenan y encargan la verdad a aquellos que serán capaces de enseñar a otros (2 Timoteo 2:2).
  • Viven un estándar más elevado sabiendo que recibirán un juicio y un escrutinio mayor (Santiago 3:1).
  • Encuentran un balance entre lo teórico y lo práctico.

“Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio”. 1 Timoteo 1:12

Es un honor ser contado entre aquellos que están en el ministerio. Al seleccionar un reemplazo para Judas el escritor de Hechos 1:25 registró que ellos estaban buscando alguien “para que ocupara este ministerio” (NASB); “para que tomara el lugar en este ministerio” (MSG); “para que tome la parte de este ministerio” (VRV); “para que recibiera la porción de este ministerio” (Young’s Literal Translation); “para que recibiera la suerte de este servicio” (Darby Bible). De acuerdo a Hechos 1:17, Judas tuvo su “lugar asignado” (MSG); “función activa” (Word of God); “parte” (VRV); y “porción asignada” (ESV) en el ministerio. Qué vergonzoso y penoso que él no pudo identificarlo y cumplirlo. Dios no quiera que lo mismo nos pase a nosotros.

Nota: Algunas de las citas bíblicas en el párrafo anterior son una traducción literal de la versión bíblica en inglés.

He notado algo interesante cuando se trata de varios ministerios y dones. No es mi intención que esto se convierta en una doctrina, sino más bien es sólo una observación. Existe un paralelo, enlace o correlación entre los ministerios y los dones. Esto se refiere a los dones del ministerio (Efesios 4:11-12); los dones de motivación (Romanos 12:6-8); y los nueve dones del Espíritu (1 Corintios 12:8-10).

Abajo se dan unos ejemplos:

Ministerio
Dones de Motivación
Dones del Espíritu
Evangelista
“El que exhorta (da ánimo), en la exhortación” (Romanos 12:8).
Dones de Hacer
A estos también se les llama los Dones de Poder o Evangelismo. Estos atraen la atención hacia el poder de Dios y esto atrae, persuade y evangeliza a los pecadores. Esto fortalece el empuje evangelístico de la iglesia.
  • Fe
  • Dones de Sanidad
  • Obra de Milagros
Pastor/Maestro
“El que enseña, en la enseñanza…” (Romanos 12:7).
Dones de Razonamiento
Estos Dones nos hacen saber o conocer y están diseñados para ayudarnos en la supervisión y preservación  de la Iglesia.
  • Palabra de Sabiduría
  • Palabra de Conocimiento
  • Discernimiento de Espíritus
Profeta
“De manera que teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe” (Romanos 12:6)
Dones de Habla
Estos facultan al creyente cuando es dirigido por el Espíritu a hablar como Dios habla o a hablar como si Dios hablara.
  • Profecía
  • Diversas Clases de Lenguas
  • Interpretación de Lenguas

No estoy sugiriendo que uno está limitado a cierto conjunto de dones del Espíritu, pero sí parece que uno está más propenso a ser usado en los dones que corresponden directamente con el ministerio de uno. Por supuesto que el mejor don es aquel que es usado en un momento particular. De nuevo, el mejor ministerio es aquel que es necesario en ese momento en particular en la formación y desarrollo de los creyentes. Esa es una de las razones por las que todos los ministerios, todos los dones de motivación y todos los dones del Espíritu deben estar funcionando en la iglesia apostólica. En cualquier caso, es importante saber el papel que uno desempeña en el Cuerpo de Cristo.
 
Una vez yo le pregunté a un joven que recién llegaba a nuestro territorio: “¿Cuál es su ministerio?”

El respondió: “Dicen que soy un maestro.”

Yo contesté: “No pregunté ‘¿qué dicen ellos?’ Yo pregunté: ‘¿cuál es su ministerio?’”

Antes de que este joven completara su primera asignación de campo él entendió su ministerio y cómo funcionar dentro de este. Casi quince años después este ministro fabuloso todavía sigue floreciendo y haciendo obras maravillosas por Dios. El conocer cómo uno encaja en el cuerpo de Cristo y el entender el papel que uno desempeña en el ministerio es algo fundamental para el éxito y contentamiento ministerial. Todos deben ser capaces de identificar su lugar en el ministerio y cada ministerio debe estar en su lugar.

Permítame ser un poco imprudente y cerrar esta lección con una pregunta personal: “¿Cuál es su ministerio?”

Una respuesta clara asienta la base para una vida de desarrollo ministerial.

¿Cuál es su ministerio? Mencione cinco características de este ministerio en particular.



Preguntas de Estudio
1.  Localizar los tres capítulos claves que nos dicen sobre la mayoría de los dones espirituales.
2.  Cuando Cristo ascendió, de acuerdo a Efesios 4:8, ¿qué hizo?
3.  De acuerdo a Efesios 4:11 los dones ministeriales consisten de cinco oficios o ministerios, ¿cuáles son?
4.  Menciónelos de nuevo con el verbo especial que va junto a cada uno de ellos.
5.  ¿Por qué algunos se refieren a los dones ministeriales de Efesios 4:11 como al ministerio cuádruple?
6.  Explique esta declaración: “No todo aquel que profetiza es profeta.”
7.  Explique cómo Jesucristo cumplió cada uno de los oficios o cargos ministeriales.
8.  Explique cómo el profeta se parece al dedo índice. 
9.  ¿Por qué se compara el dedo cordial o medio al evangelista? 
10.  Mencione las tres metas del ministerio quíntuple. 
11.   ¿Puede una persona por sí sola decidir en qué ministerio él desea funcionar? Explique su respuesta.
12.  Proveer cinco características de un apóstol.
13.  ¿Por qué algunos creen que el ministerio del apóstol (y profeta) ya no están disponibles en la iglesia del día moderno?
14.  ¿Está usted de acuerdo que el ministerio del apóstol y profeta ya no están disponibles? Explique su respuesta respaldándola con las Escrituras.

Escrito por James G. Poitras
Coordinador AGET - UPCI
"Asociación Global de Estudios Teológicos"