martes, 28 de febrero de 2012

La Doctrina de un Solo Dios [The Doctrine of One God]


Predicado por David K. Bernard
Superintendente General de la UPCI

Traducido por Lonnie Burton
Misionero IPUV 

El hno. Bernard visitó nuestro país Colombia los días 21 al 24 de febrero de 2012 en la ciudad de Ibagué, Tolima. Lugar donde se realizó la Asamblea General de Pastores de la Iglesia Pentecostés Unida Internacional de Colombia.

Parte I


Parte II


Parte III



Parte IV

miércoles, 22 de febrero de 2012

La Fusión

Por Arthur L. Clanton
Capítulo 10 del libro United We Stand
Traducido por Jorge Isaac Manzano

Tal vez quienes no están familiarizados con la historia de la Unicidad se preguntarán por qué este capítulo es denominado simplemente como "La Fusión", ya que otras fusiones de diferentes grupos de la Unicidad ya han sido mencionadas en este libro. ¿No debería haberse dado un nombre más específico, que lo distinga de otras fusiones?

No, porque para la gente de la Unicidad de esta generación hay una fusión que se destaca por encima de todas las demás – la de las Asambleas Pentecostales de Jesucristo y la Iglesia Pentecostal Incorporada. De hecho, podríamos llamar a ésta la consolidación de la fusión.

UN PROFUNDO DESEO DE UNIDAD
La unión de estos dos grupos fue la culminación de todos los deseos sinceros de cientos de ministros de la Unicidad y laicos – anhelos que habían existido a través de los años. Estos deseos fueron expresaron de diferentes maneras.

Escritos de Ministros sobre la Unidad
W. T. Witherspoon escribió estas palabras: "Mientras estaba en oración, hace unos días, el Señor me puso una carga con terribles condiciones, no sólo por el mundo, sino por la Iglesia de la Unicidad (la Iglesia de los sólo Jesús). A mí me parece que Dios está dejando que suceda lo suficiente para mostrar a los hermanos de la misma fe preciosa, la absoluta necesidad de trabajar juntos, sin tener en cuenta la maquinaria o las oficinas. Ningún grupo puede señalar con el dedo al otro. La división está dándole la espalda al poder de Dios. La única división que debería haber es entre la justicia y la injusticia, la santidad y el pecado". [1]

Más adelante, L. R. Ooton dijo esto: "No hay actualmente una necesidad mayor entre los hijos de Dios llenos del Espíritu, que la unidad del Espíritu. Hay demasiadas divisiones u organizaciones que separan a los hermanos la Unicidad y el eterno Dios está viendo esta situación hoy. Si predicamos la Unicidad, también es necesario que pongamos en práctica la misma". [2]

Aumento de Fraternidad Inter-organizacional
Ministros de una organización llevaron avivamientos a ministros de otra. Ambos, ministros y laicos de un grupo asistieron a servicios, convenciones, y campamentos de las otras.

Para ilustrar, en Louisiana, en el verano de 1934, las Asambleas Pentecostales de Jesucristo y la Iglesia Pentecostal Incorporada anunciaron en conjunto un campamento que se celebraría en Oakdale. [3]

En ese mismo año, los ministros del Distrito de Indiana de las Asambleas Pentecostales de Jesucristo aprobaron una resolución "Que practiquemos la unidad del Espíritu mediante la fraternidad entre hermanos de la misma fe preciosa, siempre y cuando sus vidas sean consecuentes con la doctrina de la santidad, sin importar su afiliación con otras organizaciones de buena reputación". [4]

Al parecer, esto dio sus frutos, pues leemos más tarde sobre una convención en Indiana: “Un buen número de hermanos de la Iglesia Pentecostal Incorporada de Illinois estuvieron con nosotros en estas reuniones”. Y estas palabras fueron añadidas: "Esperamos que el mismo espíritu de comunión tome los corazones de los demás, y el pueblo de Dios en todas partes se reúna en unidad". [5]

En la década de 1940 estos deseos de unidad se habían intensificado. En 1943 y 1944 hubo al parecer considerable diálogo entre los ministros de ambos grupos con relación a la fusión.

LAS CONFERENCIAS GENERALES DE 1944

Asambleas Pentecostales de Jesucristo
Este grupo había cancelado su Conferencia General de 1943. Los Estados Unidos estaban en guerra, y el Director de la Oficina de Defensa de Transporte había pedido a todos grupos cancelar sus reuniones de 1943, si era posible. [6] Sólo los presbíteros generales y los ancianos del distrito se reunieron.

La decimotercera Conferencia General anual se llevó a cabo del 26 de septiembre – 1 octubre 1944, en St. Louis en el Tabernáculo White Way, donde Walter S. Guinn era pastor.

Harry Branding, reconocido líder de la Iglesia Pentecostal Incorporada, y pastor de la Iglesia Pentecostal Apostólica en St. Louis, visitó esta conferencia. Al oír a un reconocido maestro de la Biblia dar una lección bíblica, vio que los dos grupos eran básicamente idénticos en la doctrina.

"Sabiendo que Oliver F. Fauss, ministro de las Asambleas Pentecostales de Jesucristo, que tenía gran influencia, se le acercó con la idea de una fusión. Sus palabras fueron: "¿Por qué no nos unimos?", le dijo a Fauss que si las Asambleas Pentecostales de Jesucristo aprobaban algún tipo de legislación sobre esto, él utilizaría todo el poder que tenía para lograr el mismo fin en la próxima conferencia de la Iglesia Pentecostal Incorporada". [7]

La acción inicial fue tomada de inmediato. Las Asambleas Pentecostales de Jesucristo aprobaron lo siguiente:

"Por motivo de que varios de nuestros oficiales se han estado acercando durante el año pasado a varios de los oficiales de la Iglesia Pentecostal Incorporada en lo que se refiere a la posibilidad de la fusión de las dos organizaciones,

"Se resuelve, que se extiende una invitación a los oficiales de la Iglesia Pentecostal Incorporada para acordar una reunión con los oficiales de las Asambleas Pentecostales de Jesucristo, para discutir los pasos necesarios para lograr esa fusión.

"Se resuelve, que la Junta de Presbíteros y el Secretario-Tesorero General están autorizados para negociar y fusionarse con la Iglesia Pentecostal  Incorporada". [8]

Iglesia Pentecostal Incorporada
Poco tiempo después, del 24 al 31 de octubre de 1944, la Iglesia Pentecostal Incorporada se reunió en Jonesboro, Arkansas, en el Tabernáculo Bible Hour, donde Richard T. Reed era pastor, para su vigésima Conferencia General anual.

En respuesta a la invitación de las Asambleas Pentecostales de Jesucristo, la conferencia "expresó su deseo por la unidad de todos. . . los grupos del nombre de Jesús, pero sólo especificó las Asambleas Pentecostales de Jesucristo, por lo tanto se autoriza a su Junta General negociar la
fusión". [9]

Así, el primer obstáculo hacia la consolidación fue quitado.

UNA COMISIÓN MIXTA ES NOMBRADA
En su Conferencia General en 1944, cada organización designó un comité de tres para atender en forma conjunta y adoptar las medidas preliminares necesarias para efectuar la fusión. Por las Asambleas Pentecostales de Jesucristo estuvo W.T. Witherspoon, S. R. Hanby  y de O. F. Fauss. Los miembros del comité de la Iglesia Pentecostal Incorporada fueron H. A. Goss, Oscar Vouga, y B. H. Hite. [10]

La Primera Reunión de la Comisión
El comité se reunió primeramente el 30 de enero de 1945, en el edificio de la sede de la Iglesia Pentecostal Incorporada, en 3449 South Grand Boulevard, St. Louis, Missouri. [11]

Estos hombres habían sido ministros en sus respectivas organizaciones por muchos años. Sabían, por tanto, que el principal problema por resolver se refería a la doctrina fundamental de la nueva organización propuesta.

Esto se llevó a cabo en las sesiones séptima y octava en la cual tanto las Asambleas Pentecostales de Jesucristo como la Iglesia Pentecostal Incorporada creían en el arrepentimiento, el bautismo en agua en el nombre de Jesucristo, y la recepción del Espíritu Santo con la señal inicial de hablar en otras lenguas. Para ser un ministro en una u otra organización, se debía haber obedecido estos preceptos del Evangelio, y se debía enseñarlos y predicarlos.

Pero, en general, los dos grupos diferían en la importancia espiritual atribuida a cada uno de estos "pasos" en el plan de salvación. La gran mayoría de los ministros en las Asambleas Pentecostales de Jesucristo, creían que el bautismo en agua en el nombre Jesús remitía los pecados y era el nacimiento del agua. Creían además que el bautismo del Espíritu Santo era el nacimiento del Espíritu.

La creencia de algunos en la Iglesia Pentecostal Incorporada era idéntica a ésta. Otros, sin embargo, creían que la palabra "para" en Hechos 2:38 significaba "a causa de", y que uno era bautizado porque sus pecados ya habían sido perdonados
en el momento del arrepentimiento, a través de la eficacia de la sangre derramada por Jesús. La Iglesia Pentecostal Incorporada había aceptado Ministros que creían de ambas formas, tratando de mantener la unidad del Espíritu hasta que todos llegaran a la unidad de la fe.

Por lo tanto, es fácil ver que antes que una fusión se pudiera efectuar, debía haber una doctrina fundamental con relación al plan de salvación que los ministros de ambos grupos pudieran conscientemente aceptar.

Tras un breve debate, Witherspoon dejó la sala del comité, bajó a la Casa Pentecostal de Publicaciones, pidió prestada una máquina de escribir, y escribió la siguiente Doctrina Fundamental: [12]

La doctrina fundamental y básica de esta organización será el modelo bíblico de la salvación plena, la cual consiste en arrepentimiento, el bautismo por inmersión en agua en el nombre del Señor Jesucristo, y el bautismo del Espíritu Santo con la señal inicial de hablar en otras lenguas como el Espíritu dé que se hablen.

Nos esforzaremos en guardar la unidad del Espíritu hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe, al mismo tiempo, amonestando a los hermanos que no contiendan por sus diferentes puntos de vista, trayendo así la desunión del cuerpo.
[13]

Sin duda, él estuvo inspirado por Dios ese día. Los miembros del comité aceptaron esta declaración como doctrina fundamental. Más adelante, fue aprobada por ambas Juntas Generales y finalmente fue adoptada por las dos Conferencias Generales.

Fue acordado por los miembros de la comisión mixta que un tiempo considerable debía guardarse para reunirse nuevamente en una fecha posterior a la revisión de los dos manuales de disciplinas, y tener lista la edición revisada para su lectura por parte de las dos Juntas Generales en las reuniones conjuntas, que se celebrarían más tarde. [14]

La Segunda Reunión de la Comisión
El Comité de Revisión se reunió el 20 de marzo de 1945, nuevamente en 3449 Boulevard South Grand. En esta reunión, los miembros eran Howard A. Goss, A. O. Moore, Oscar Vouga (de la Iglesia Pentecostal Incorporada), Oliver F. Fauss, e Irvin I. Bradley (de las Asambleas Pentecostales de Jesucristo). El comité revisó y consolidó los dos manuales y la nueva constitución y los estatutos preparados para la sesión mixta de las dos juntas.

LAS REUNIONES CONJUNTAS DE LA JUNTA GENERAL 
Las Juntas Generales de las dos organizaciones se reunieron conjuntamente en la Iglesia Pentecostal Apostólica, de St. Louis, Missouri, del 17 al 20 de abril de 1945. De estas reuniones, W. T. Witherspoon escribió a los ministros de su grupo:

"Antes de la reunión de todos los delegados de ambas organizaciones, el Consejo de Presbíteros tuvo tres o cuatro reuniones con la Junta General de la Iglesia Pentecostal Incorporada. Hubo una serie de importantes puntos que ellos desearon discutir. A veces nosotros diametralmente en desacuerdo, ya que presentamos nuestros puntos de vista, basados en lo que pensamos que ustedes desearían. Un dulce espíritu de unidad y paciencia barrió cada desacuerdo, ya que nos conocimos el uno al otro a mitad del camino". [15]

Sede de la Nueva Organización
No hubo controversia sobre la ubicación de la sede del organismo fusionado. La Iglesia Pentecostal Incorporada tenía lo que era en ese momento una adecuada construcción, situada ventajosamente, y bien arreglada. Y, como se explica en el capítulo siete, las Asambleas Pentecostales de Jesucristo no tuvieron un edificio para sus diversos departamentos.

El Nuevo Nombre
"Luego vino el asunto del nombre de la nueva organización. Este punto fue quizás el más defendido con firmeza. Fue argumentado por muchos que la palabra Pentecostal no debía ser utilizada por el reproche soportado por dicho nombre en muchos lugares. En contra de éste se argumentó que la palabra Apostólica también estaba muy desacreditada en muchos lugares. Además, era el nombre de ciertos grupos que no eran de la Unicidad. Entonces, también, sería difícil elegir un nombre con la palabra Apostólica que no tuviese ya derechos de autor.

"En este punto de la discusión, se sugirió que había una gran diferencia entre el significado de la palabra Pentecostésy Pentecostal. La primera se refiere sólo a la experiencia inicial recibida en ese día particular, mientras que la segunda incluye la experiencia inicial y todo lo que le corresponde, es decir, una vida piadosa, la enseñanza de la Epístolas, etc. Esto hace a la palabra Pentecostal prácticamente sinónima con Apostólica".

Fue en este punto de la reunión que el nombre de Iglesia Pentecostal Unida, fue acordado. [16]

Howard Goss dijo de estas reuniones: "Cuando las Juntas Generales se reunieron durante varios días, fuimos capaces de llegar a un entendimiento y un acuerdo sobre los principios y las doctrinas". [17]

Las dos juntas aplazaron su reunión mixta con el entendimiento de que el asunto de la fusión sería considerado en las siguientes Conferencias Generales.

LAS CONFERENCIAS GENERALES DE 1945
Nunca en la historia de los grupos se habían reunido en la misma ciudad al mismo tiempo. Sin embargo, ambas organizaciones programaron sus Conferencias Generales de 1945 en St. Louis, en septiembre 20 al 26. Este plan de reunión había sido acordado por las dos Juntas Generales para facilitar la fusión prevista.

La Iglesia Pentecostal Incorporada
Esta organización se reunió en el auditorio Kiel. Durante una reunión de negocios, se propuso que, en caso de que la fusión se consumara, las dos antiguas juntas elegirían por mayoría de votos entre los dos nombres: Iglesia Pentecostal Unida e Iglesia Pentecostal Apostólica.

Esta proposición fue derrotada. [18] Posteriormente, el grupo votó por unanimidad para aceptar el nombre sugerido por las dos Juntas Generales: Iglesia Pentecostal Unida. [19]

Se hizo una moción para que la palabra "plena" fuese quitada de la Doctrina fundamental, pero fue derrotada. [20]

La Iglesia Pentecostal Incorporada también votó a favor de aceptar el nombre propuesto, el Heraldo Pentecostal, para el órgano oficial de la nueva organización. [21]

De esta conferencia, Ethel Goss escribió: "La sonrisa de Dios parecía estar sobre esta unión [la fusión], ya que todas las preguntas o ajustes que surgían, fueron rápida, fácil y suavemente resueltos para satisfacción de todos. Algunos que, antes de la conferencia, por diversas razones, no podían ver cómo esto se resolvería satisfactoriamente, cuando vieron la facilidad con que Dios nos permitió superar todos los escollos y obstáculos ocultos, sintieron una creciente confianza en Dios. . . y decidieron ayudar a procurarla completamente". [22]

La Iglesia Pentecostal Incorporada ya había aprobado una resolución en la que la votación sobre la fusión debía ser mayor a los dos-tercios para ser aceptada. Cuando el asunto fue finalmente llevado a votación el lunes, 24 de septiembre, la votación fue de 164 a favor y 24 en contra. Se hizo la propuesta para hacer unánime el voto afirmativo y la moción fue aceptada. [23]

Las Asambleas Pentecostales de Jesucristo
Los ministros de esta organización se reunieron para sus días de sesiones en el Tabernáculo White Way, donde Walter S. Guinn era pastor. Cada noche, y en los servicios de misiones extranjera de los domingo por la tarde, se reunían conjuntamente en asamblea con la Iglesia Pentecostal Incorporada en el Auditorio Kiel.

Sobre estos servicios conjuntos de las noches, W. T. Witherspoon escribió: "La unión de los dos cuerpos parecía agregar nueva vida y entusiasmo a nuestras actividades. Desearía que usted hubiese estado allí y asistido a esos maravillosos servicios evangelísticos. Cada noche, predicaba un ministro de la Iglesia Pentecostal Incorporada y uno de las Asambleas Pentecostales de Jesucristo. El espíritu de división sólo parecía derretirse en presencia del pueblo unido de Dios adorando juntamente como uno solo. He asistido a muchas convenciones, pero no recuerdo una en donde el Espíritu de Dios obrara tan poderosamente como en esta última convención, cuando los ministros de Dios resolvieron permanecer unidos en una causa común". [24]

Durante los días de sesiones de las Asambleas Pentecostales de Jesucristo, la constitución propuesta y los reglamentos aprobados anteriormente en el mes de abril por las Juntas Generales conjuntas, fueron leídos, y se dieron las explicaciones. A Stanley R. Hanby, secretario general, se le pidió que leyera ciertas resoluciones que las dos juntas habían aprobado con relación a la fusión.

Posteriormente, el grupo votó a favor de aprobar la Constitución y las resoluciones propuestas, con la excepción del nombre sugerido de – Iglesia Pentecostal Unida. Tres nombres fueron presentado para su consideración: Iglesia Pentecostal Unida, Iglesia Apostólica Unida, e Iglesia de Cristo Unida. La mayor parte del grupo votó a favor del nombre Iglesia Apostólica Unida. Sin embargo estas palabras fueron añadidas: "No obstante, sea entiendo que esta recomendación no significa en absoluto un obstáculo para la fusión de las dos organizaciones". [25] Hay que agradecer tal humildad. Ellos estaban dispuestos a renunciar al nombre que deseaban con el fin de fusionarse.

A las 2:00 P.M. en reunión de negocios del lunes, 24 de septiembre, el presidente general Witherspoon "anunció que acababa de recibir la notica de que la Iglesia Pentecostal Incorporada había votado, por una gran mayoría, para fusionarse con las Asambleas Pentecostales de Jesucristo. El anuncio fue recibido con alegría". [26]

Las Asambleas Pentecostales de Jesucristo, entonces levantaron su sesión de negocios, planeando reunirse conjuntamente con la Iglesia Pentecostal Incorporada al día siguiente para culminar la fusión.

LA SESIÓN DE LA CONFERENCIA CONJUNTA
En la mañana del martes, 25 de septiembre, las dos organizaciones se reunieron en su primera reunión conjunta de negocios, para oficialmente fusionarse y elegir a los oficiales para el cuerpo unido.

Durante esta reunión, "Se propuso que en la conferencia fuese registrada la aceptación del nombre Iglesia Pentecostal Unida. Esta fue aprobada unánimemente". [27] De esta manera, el cuerpo combinado, de una vez por todas, adoptó el nombre que iba a llevar a lo largo de su historia.

Los nuevos oficiales
Howard A. Goss fue prácticamente por elección unánime el superintendente general. W. T. Witherspoon se negó a renunciar a su pastorado y dejar Columbus, Ohio, sin embargo fue elegido como asistente del superintendente general. Stanley W. Chambers fue elegido secretario-tesorero general. Él había estado en las Asambleas Pentecostales de Jesucristo, por menos de cinco años, pero se votó a favor de renunciar al requerimiento de los cinco años en esa conferencia únicamente, para que pudiera ser elegido, ya que se consideraba muy bien calificado para el oficio. Otros funcionarios elegidos fueron: T. R. Dungan, asistente del secretario general y director de la Casa de Publicaciones; Wynn T. Stairs, secretario de misiones extranjeras; M. J. Wolff editor, y Paul H. Box, asistente del editor.

Así comenzó la más grande de todas las organizaciones Pentecostales de la Unicidad – La Iglesia Pentecostal Unida.

Witherspoon, así resumió el éxito de la fusión con estas palabras: "En verdad que fue nada menos que sobrenatural, la forma en que el bendito Espíritu de Dios permitió a la hermanos triunfar. Esto significa más de lo que el predicador promedio puede comprender acerca del logro de la unión de los dos organismos, con los muchos, pero muchos asuntos que tienen que ser considerados. Prácticamente no hubo voces disidentes, y al mirar hacia atrás por encima de los procesos de la convención sólo podemos exclamar: ‘¡Lo que ha hecho Dios!’ ". [28]


Referencias

[1] Perspectiva Pentecostal, noviembre de 1933, 24.
[2] Ibid., Junio ​​de 1936, 8.
[3] Ibid., Mayo de 1934, 24.
[4] Ibid., Junio
​​de 1934, 21. 
[5] G. C. Bryan, Perspectiva Pentecostal, julio de 1936, 24.
[6] Perspectiva Pentecostal, agosto de 1943, 1.
[7] Foster, No os sorprendáis, 84.
[8] Hanby, Perspectiva Pentecostal, noviembre de 1944, 17.
[9] Goss, Heraldo Apostólico, septiembre de 1945, 7.
[10] Perspectiva Pentecostal, junio de 1945, 4.
[11] Minutas de la comisión.
[12] Entrevista con Oscar Vouga, secretario de la comisión.
[13] Manual, Iglesia Pentecostal Unida, 1969, 24.
[14] Perspectiva Pentecostal, junio de 1945, 4.
[15] Ibid., Octubre de 1945, 5.
[16] Witherspoon, Perspectiva Pentecostal, octubre de 1945, 5.
[17] Minutas, Iglesia Pentecostal Incorporada, Conferencia General,  1945.
[18] Ibid.
[19] Ibid.
[20] Ibid.
[21] Ibid.
[22] Heraldo Apostólico, noviembre de 1945, 9.
[23] Minutas, Iglesia Pentecostal Incorporada, Conferencia General  1945.
[24] Perspectiva Pentecostal, octubre de 1945, 5.
[25] Ibid., 3.
[26] Ibid., 4.
[27] Minutas del organismo fusionado, 25 de septiembre de 1945.
[28]
Perspectiva Pentecostal, octubre de 1945, 5.

martes, 21 de febrero de 2012

Opciones Proféticas: Capítulo 3



Por Tomás W. Drost
Capítulo 3 del libro
Opciones Proféticas 





LAS DIFERENTES TEORÍAS

En este capítulo, vamos a describir, en forma breve, algunas de las teorías proféticas o escatológicas que mayor aceptación han tenido a través de la historia del Cristianismo. Luego, analizaremos en mayor detalle algunas de estas teorías. Éstas no sólo son teorías sino sistemas completos de escatología.

Cabe mencionar que, no importa cuál sea la teoría que más se ajuste a nuestro gusto o parecer, nunca debemos ser dogmáticos, y especialmente divisivos. Sólo cuando toda la historia de la raza humana haya concluido, y el último evento haya terminado, podremos saber con certeza cuál de los conceptos escatológicos tenía razón. Tampoco debemos encerrarnos en cierta teoría y no querer escuchar lo que otro piensa y dice – eso es falto de madurez.

Sin embargo, sí tenemos que reconocer que la interpretación escatológica de ciertos pasajes bíblicos ha sido el factor motivador en diferentes movimientos religiosos, políticos y reformadores a través de la historia. Por ejemplo, es incuestionable que si ciertos individuos o grupos hubieran tenido diferentes conceptos escatológicos o proféticos en ciertos momentos de la historia, el curso de la misma hubiera sido muy diferente.

Un buen ejemplo de esto es la Reforma Protestante del Siglo XV. Incluso las interpretaciones escatológicas fueron la chispa que puso en marcha diferentes revoluciones, que sin dicha interpretación esas revoluciones hubieran sido abortadas y hubieran terminado en fracaso.

Esto no quiere decir que las interpretaciones que provocaron grandes reformas o movimientos en sí sean ciertas, pero sí recalca la importancia de lo que uno cree. A la vez, ciertas interpretaciones escatológicas han sido usadas para causar grandes males, guerras, torturas, etc. Un buen ejemplo es la Inquisición y las Cruzadas.

Temas escatológicos prevalecen y se popularizan particularmente en ciertas situaciones o circunstancias críticas. A veces sirve de consolación para aquellos que están esperando un mundo mejor. Sus ideas del futuro los sustentan y les ayuda a soportar el presente.

No podemos más que reconocer que, conceptos escatológicos como regla general están y aparecen en mutua relación con las experiencias de los seres humanos en el presente mundo; con momentos transformadores en sus vidas; y con, su comprensión de la muerte y del más allá.

PANORAMA ESCATOLÓGICO

La mayoría de las interpretaciones escatológicas intentan mantenerse en un sistema de interpretación que abarca y procura encajar armoniosamente todo lo relacionado al tema. Siempre no dejan de haber aquellos que sólo quieren enfatizar o analizar sólo parte, y su interpretación es sólo parcial, incompleta. Pero, a través de la historia cristiana ha habido básicamente cinco grandes sistemas de interpretación escatológica que son las siguientes, y que procederemos a definirlos a rasgos generales:

1.     Los Futuristas
2.     Los Preteristas
3.     Los Históricos
4.     Los Idealistas
5.     Los Eclécticos
1. LOS FUTURISTAS. Estos creen que la mayoría de las profecías son para el tiempo del fin, que todavía están por ocurrir, o que empiezan a ocurrir en nuestro tiempo. Primordialmente aplican toda la profecía a un “tiempo del fin” cuando todos los eventos se cumplirán. Consideran que la mayoría todavía es futura para nosotros, como lo fue para la Iglesia Primitiva.  Intentan darle una aplicación más literal a la profecía. Su énfasis es completamente el futuro, no se interesan en el pasado, para nada. Por ejemplo, para ellos las profecías describen un periodo muy corto (generalmente, menos de una década) de historia, cuando la mayor parte de las profecías se van a cumplir. Para los futuristas ese corto lapso de tiempo siempre está en el futuro.

2. LOS HISTÓRICOS. Estos creen que la profecía se ha ido cumpliendo y desarrollando a través de la historia, desde tiempos apostólicos hasta hoy. Generalmente creen que la mayoría de las profecías ya se han cumplido. Ellos ven eventos proféticos como futuros en el tiempo o para el tiempo en que fueron escritos o predichos (tiempos bíblicos), pero han ocurrido o han estado ocurriendo durante la historia de la Iglesia. Por ejemplo, para ellos las profecías sencillamente eran un relato anticipado o predictivo de lo que iría a ocurrir en la historia. Van aplicando diferentes partes de la profecía a diferentes eventos que han ocurrido a través de la historia – no sólo eventos inmediatos a su predicción. Aunque su concepto del futuro sea más definido que el de los preteristas, ellos no le atribuyen tanta importancia al futuro.

3. LOS PRETERISTAS. Estos creen que la mayoría de las profecías se cumplieron dentro de los cien años después de la ascensión de Jesucristo. Creen que los eventos de Daniel y Apocalipsis, o sea, toda la profecía, se ha cumplido – más o menos en forma contemporánea con la predicción o relato de dicho evento o profecía. Por ejemplo: para ellos, lo profetizado en el libro de Daniel, se cumplió ANTES de la Primera Venida de Cristo; y lo profetizado en el Libro de Apocalipsis se cumplió en el Imperio Romano dentro de los siguientes cien años después de Cristo. Normalmente su concepto del futuro es muy vago e indefinido. En efecto no le dan mucha importancia al futuro.

4. LOS IDEALISTAS. Estos espiritualizan todas las profecías y visiones que se hallan en la Biblia, no creyendo en su aplicación literal. Ellos des-temporizan lo profético – o sea, no lo aplican a ningún momento específico de la historia, sino que se pueden aplicar a cosas que están ocurriendo en todo momento en la historia. Ellos ven las profecías como símbolos de verdades eternas, sobre la naturaleza de realidades o la existencia humana, que se repiten constantemente y están continuamente presentes. Por ejemplo para ellos la Venida de Jesucristo no será un evento literal o histórico, sino que es algo que ocurre cada vez que alguien recibe al Señor en su vida. O, algunos idealistas más bien lo aplican al momento de morir – que es la Venida del Señor para ese individuo. Las demás visiones las consideran como representaciones de la lucha que cada individuo, nación o la raza humana en general sostiene entre el bien y el mal, entre Dios y Satanás, entre las tinieblas y la luz. Los idealistas realmente no están interesados en el futuro, ni en el pasado, sino casi sólo en el presente.

5. LOS ECLÉCTICOS. Estos lo mezclan todo. Creen que interpretaciones válidas pueden incluir elementos o partes de las diferentes teorías anteriores. Ellos intentan reunir lo que consideran lo mejor de las diferentes interpretaciones escatológicas. En realidad es una posición intermedia. Forman su opinión tomando elementos de las diferentes interpretaciones. Frecuentemente no tienen una teoría con estructura que incluya todo lo que tiene que ver con la profecía.

         No debemos menospreciar ningún sistema o ninguna interpretación a la ligera, especialmente sin conocer a fondo el por qué alguien tuvo esa opinión. Realmente cuando alguien estudia las diferentes interpretaciones, se queda sorprendido por la forma tan convincente por la que los diferentes “campeones” de estos sistemas de interpretación defienden sus posturas. Cada sistema de interpretación ha tenido grandes mentes en sus filas.

          Además, son pocos los que no se deja influenciar por el entorno histórico en el que viven, las experiencias personales que han tenido, las personas con las que han rozado o, si es idealista, pragmático, etc. Es difícil acercarnos a un tema como la escatología sin ser parciales o de alguna manera, influenciados por nuestro entorno.

SUB-CATEGORÍAS. Aun, dentro de estos diferentes sistemas escatológicos hay variantes y diferentes ramificaciones, al grado tal que casi se puede decir que hay “mil y una interpretaciones”. Por ejemplo, hay dos cosas que afectan grandemente a cada interpretación: El Milenio y la Gran Tribulación – ambos se estarán estudiando más a fondo, más adelante.

PRECAUCIÓN. Tal vez las palabras del apóstol Pablo a Timoteo deben ser mantenidas bien en cuenta cuando tratamos asuntos de carácter escatológico: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad”. II Timoteo 2:15,16.

         Debemos escuchar las palabras de amonestación del apóstol Pedro en II Pedro 1:19-21 “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”.

         Note que, según ese pasaje, (1) las profecías no son de interpretación privada – o sea, personal. Salir o inventarse una nueva teoría da qué pensar. Necesitamos ver qué dice el resto del cuerpo, (2) no se debe interpretar un versículo sólo con base a la “expresión privada” que tiene allí. Debemos procurar el consenso de toda la Biblia. Así dice Pablo: “Lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual”.

         Hay que procurar la mente de Dios.

MESIANISMO, MILERIANISMO Y LO APOCALÍPTICO

         Aparte de, e influenciando a, los diferentes sistemas escatológicos ya mencionados es este capítulo, es importante mencionar tres grandes eventos que de alguna manera u otra afectan algunos o todos los sistemas escatológicos. Es importante mencionar y hacer distinción entre estos tres grandes conceptos, que definen o afectan todos los sistemas escatológicos. En un escrito aparte (a futuro) esperamos ampliar lo relacionado con estos conceptos, pero aquí nos limitamos a mencionarlos y no darlos por ignorados.

1. MESIANISMO El mesianismo pone su esperanza en la futura aparición de un héroe que libertará al grupo o nación que cree en él y los eleva a la posición de liderazgo en el mundo. Ellos no creen que el orden de la naturaleza y de las cosas existentes sea alterado, sino que todo continuará más o menos igual, con la diferencia que ellos ocuparán el lugar de preeminencia y serán considerados los mejores, con su “Mesías” a la cabeza. Tal vez de todos los pueblos, los que se han adheridos a un concepto como éste por más tiempo son los judíos.

2.  MILERIANISMO El milerianismo considera que el orden natural de las cosas será interrumpido y cambiado por Dios, siendo cambiado a un sistema bueno y mucho mejor. Generalmente, la mayoría de las ideas escatológicas cristianas siguen esta idea – aunque con sus diferentes variantes.

3.   LO APOCALÍPTICO Esta es una idea sombría y aterradora que, la única forma en que todo va a terminar es en destrucción total y caos – la eventual aniquilación de la raza humana, sin sobrevivientes, o tal vez muy pocos. Aparte de algunos pocos grupos religiosos que ha creído así, hoy en día los que se apegan a un concepto como éste son los humanistas. Su idea es que, siendo que todo va a llegar a su fin y ser destruido, hay que aprovechar el momento y vivir sólo para el presente.

lunes, 20 de febrero de 2012

Opciones Proféticas: Capítulo 2



Por Tomás W. Drost
Capítulo 2 del libro
Opciones Proféticas 




¿CUÁNDO?

Hubo mucha especulación acerca de la primer avenida de Jesucristo, y desde que vino y se fue, ha habido mucha especulación acerca de Su Segunda Venida.


         Desde los albores de la era cristiana ha sido el deseo de tantos poder saber cuándo iría a regresar el Señor Jesucristo por segunda vez. Siempre ha habido aquellos que quieren saber con exactitud la fecha y hasta la hora. Pero, el Señor Jesús ya tuvo algo que decir acerca de eso.


         Jesús dijo: Pero de aquel día y de la hora NADIE SABE, ni aun los ángeles que están en el cielo, NI EL HIJO, sino el Padre. Mirad, velad y orad; porque NO SABÉIS CUÁNDO será el tiempo”. Marcos 13:32,33. También antes de ascender Jesús les dijo a sus discípulos: “No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad”. Hechos 1:7.

         Estas palabras deben ser suficientes para que no nos dejemos engañar por cualquier persona o movimiento que dice saber cuándo será la Segunda Venida de Jesús. Observemos que “Ni aun los ángeles… NI EL HIJO”. Si los ángeles, que son seres muy inteligentes y que desean mirar en estas cosa (I Pedro 1:12), no pueden calcular o descifrar cuándo será la Segunda Venida de Jesús, mucho menos podremos nosotros. Si Jesús como hombre nunca pudo calcular cuándo sería la Segunda Venida, ¿cómo creeremos que podremos saber más que Él?


         Hay aquellos que dicen que, el día y la hora nadie la puede saber, pero que eso no descarta la idea que el año sí se puede saber. Creo que Jesús también eliminó esa excusa cuando dijo en Hechos 1:7: “No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones que el Padre puso en su sola potestad”. Lo que quiere es que estemos listos en todo momento.


         Algunos intentan establecer alguna fecha, o insinuar cierto año, basándose en números y cifras que se dan en algunos pasajes proféticos, especialmente del Antiguo Testamento. Pero, si el Libro de Levíticos, o el Libro de Daniel, o cualquier otro Libro del Antiguo Testamento dieran el año en que vendría el Señor por Segunda vez, Jesús mismo lo podría haber calculado. Pero Él dijo que no sabía.


         Sin embargo, la historia está llena de relatos de grupos (grandes y pequeños) que pensaron que Jesús vendría cierto año. Pero hasta ahora no ha venido. A continuación quiero presentar una lista que he logrado recopilar de algunos ejemplos históricos.


         Tal vez el primer ejemplo lo tenemos en la Biblia. Aparentemente el mismo apóstol Pablo por un tiempo tuvo la idea que él estaría vivo en la Segunda Venida de Jesús. Él dijo: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego NOSOTROS LOS QUE VIVIMOS…  seremos arrebatados”. I Tesalonicenses 4:16,17.


         La mayoría de los eruditos de la Biblia concuerdan en que esta primera epístola de Tesalonicenses fue la primera de todas las epístolas que escribió Pablo. O sea que, al principio de su ministerio, el apóstol Pablo creía que estaría vivo en la Venida del Señor. No sólo él, sino que parece que éste era el sentir generalizado de los cristianos en el primer siglo. Esta era una de las cosas que lo motivó a los discípulos del primer siglo para que fueran por todas partes predicando; para que vendieran todo lo que tenían y compartirlo con los demás; para recomendar que ni aun se casaran ni se involucraran en ninguna cosa de larga duración, ¡porque la Venida de Jesús la creían tan cerca!


         Pero, al ir pasando el tiempo, el Espíritu Santo comenzó a iluminarles las mentes de que primero era necesario que ocurrieran ciertas cosas. Y en su segunda Epístola o carta a los Tesalonicenses, que fue una de las últimas que el apóstol Pablo escribió, él dice: Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición…” II Tesalonicenses 2:3. Claro está, hoy estamos mucho más cerca.


         En algunos de los escritos de los llamados “padres apostólicos”, de la generación que siguió a los apóstoles, dice que hubo una desilusión cuando se cumplió el Primer Aniversario de la Ascensión de Jesús. Dicen que, hubo un grupo (aunque pequeño) de cristianos que se sintieron muy defraudados cuando se cumplió el primer aniversario de la Ascensión de Jesús. No creían que se iba a tardar tanto.


         Luego, en los mismos escritos dicen que a los diez años después de la ascensión de Jesús también esperaban que regresara. Algunos dejaron de servirle a Dios, pensando que debería haber venido. Podemos ver la referencia a esto en la misma Biblia cuando en II Pedro 3:9 dice: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”.


         Luego, cuando se cumplieron los 100 años, algunos pensaron que ese sería el tiempo en que vendría de regreso Jesús, pero no fue así.


         Después de esto, y sin duda en ese tiempo hubo más fechas, una de las fechas que se menciona más en los escritos antiguos era el año 120. Creían que sería ese año por los 120 que habían en el Aposento Alto en el Día de Pentecostés, también porque éste parece ser el tiempo que Dios le dio a Noé antes de que viniera el Diluvio – Génesis 6:3. Otras fechas, dando sólo la fecha y la persona o grupo de personas que creyeron que era la fecha en que venía Jesús por Segunda Vez:


Año
Persona o Grupo
34
Hubo un grupo pequeño de cristianos que se sintieron muy defraudados cuando se cumplió el primer aniversario de la Ascensión de Jesús. No creían que si iba a tardar tanto.
44 ó 45
También, al cumplirse el décimo aniversario de la Ascensión hubo un grupo grande que estaba enseñando que Jesús iba a regresar. Incluso, en algunos escritos dicen que hasta se apartaron del cristianismo en algunos lugares, pensando que era evidencia de que algo estaba mal. Hay quienes creen que ese fue el comienzo del gnosticismo, donde empezaron a espiritualizar tantas cosas.
100
Otro año de mucha especulación, por ser final del primer siglo.
120
Por lo de los 120 en el día de Pentecostés.
381
Ticonio.
500
Hipólito (170-236) y Lactancio (250-330).
1000
Muchos, por tratarse del final del primer milenio.
1260
Joaquín de Flores (Monje italiano). Basándose en el número que se halla en Apocalipsis 11:3; 12:6. Muchos lo creyeron.
1294
Algunos, usando los 1260 días, sólo que empezaron con la muerte de Jesús.
1356
Otra vez, usando los mismos 1260 días, sólo que empezando con el año 96 d. C. – cuando Juan escribió  Apocalipsis.
1533
19 de octubre, a las 8 AM. Miguel Stiefel lo creyó (1486-1567). Era amigo de Martín Lutero. También los anabaptistas decían que en ese año empezaría el milenio.
1572
Benedicto Arieto de Berne (1505-1547). También usó el número 1260. Sólo que empezó con el año 312 d. C. Cuando Constantino legalizó el Cristianismo.
1666
Varios lo creían en su día, por tener el número de la bestia.
1715
Isaac Newton. También William Whiston (1667-1752), empezó con ese año.
1734
William Whiston. Fue un amigo protegido por Newton.
1766
Willam Whiston.
1836
18 de junio. Johann Albrecht Bengel (1687-1752). Juan Wesley también favorecía esa fecha.
1844
22 de octubre. William Miller. Ese fue el comienzo de los adventistas. Al principio él era bautista
1847
Joseph Wolff (1795-1862). También Felipe Pietri escribió acerca de esa misma fecha, pero en el año 1774.
1849
Philo Britannicos.
1864
Los irvinitas de Inglaterra – un movimiento grande. Amanecieron en los techos de sus casas pensando que iba a venir el Señor.
1880
Hans Wood (murió 1803).
1881
“Madre Shipton” escribió acerca de esa fecha en 1600. Luego, al hallar sus escritos, alguien los propagó.
1884
19 de octubre. Joanna Southcott.
1914
Carlos T. Russell – ese fue el comienzo de los Testigos de Jehová. Russell había sido adventista. Los Testigos de Jehová, después de esto, fijaron MUCHAS fechas que no se cumplieron.
1921 ó 22
Edward D. Griffin de Boston (murió en 1813).
Siglo XX
En el siglo XX hubo varias personas o grupos que han señalado los siguientes años: 1953 ó 54, 1960, 1962, 1964, 1969, 1975, 1976, 1977, 1978 (William Branham), 2 de octubre de 1983 (por ser una generación de 35 años desde que se estableció Israel como nación), 1988, etc.
2000
Basado en los seis milenios de la Epístola de Bernabé, y “Los Secretos de Enoc” y eso aun tiene variaciones. Muchos, hasta en el mundo se dejan llevar por esas posibilidades.


         En fin, esas son ALGUNAS de las fechas que se han postulado para el posible retorno de Jesucristo. Y no debemos creer que sólo eran unos pocos que lo creían en el momento. En algunos casos eran miles de personas, que se aprestaban para ese día. Lógicamente, como Jesucristo no ha regresado aún, eso ha dejado a miles de personas desilusionadas y frustradas.


         Si alguno quiere apegarse a tales creencias y establecer cierto día o año debe comprender que eso es sólo adivinar o especular. Pero, cuando fechas son propuestas y presentadas en forma dogmática, los resultados siempre terminan siendo lamentables. Eso sólo termina dañando y teniendo un efecto negativo relacionado al Evangelio de Jesucristo. Es una forma muy irresponsable de tratar un tema que ha sido visto con tanta seriedad a través de los siglos. Miles han dado su vida porque creían en el retorno de Jesucristo, y tratar ese tema tan levemente como estar poniendo fechas es vergonzoso. Por lo tanto, debemos sospechar de cualquier teoría que quiera establecer fechas, porque ya la Biblia nos previene contra eso.


         El gran apóstol Pablo dijo: “No menospreciéis la profecías”, pero, “examinadlo todo y retened lo bueno”. I Tesalonicenses 5:20,21.


         A pesar de todos los errores, y aun abusos, que se han cometido en relación a la Segunda Venida de nuestro Señor Jesucristo, esa todavía debe ser y es nuestra esperanza. Todavía sigue siendo cierto que: “Así como le habéis visto ir, ASÍ MISMO VENDRÁ”.


         FALSAS PROFECÍAS. Obviamente todas estas “profecías” sobre la venida de Jesús eran falsas – ¡y no serán las últimas! Por lo tanto ¿cuál debe ser nuestra actitud ante predicaciones falsas o erróneas? ¿Cómo debemos reaccionar? ¿Cómo debemos tratar a una persona que se equivoca?


         Dejemos que Dios mismo conteste, lo cual vemos en Deuteronomio 18:20-22: El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá. Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?; si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él”.


         ¡Dios lo mandó a apedrear! No vamos a matar a alguien hoy, pero sí “muere” su credibilidad, su reputación, su ministerio. Es un atrevimiento que alguien “tocó” la gloria de Dios así – no es cosa pequeña.


         Que el Señor los reprenda, porque causa mucho daño.