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sábado, 13 de octubre de 2012

Adoración, Emociones y Música




Por Loretta A. Bernard y David K. Bernard
Capítulo 14 del libro En Busca de la Santidad

“Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad” Salmo 29:2, 96:9, I Crónicas 16:29.

“En espíritu y en verdad es necesario que adoren” Juan 4:24.


La verdadera adoración.
La adoración es una parte integrante de la verdadera santidad. A su vez, la santidad es un ingrediente esencial de la verdadera adoración. La verdadera forma de la adoración es la obediencia, y no el sacrificio ni las ofrendas (I Samuel 15:22). Dios rechazará la adoración a menos que venga de una vida santa (véase Amós 5:21-27, Malaquías 1:10). El tipo de adoración que Dios acepta es la adoración que sale de un corazón sincero y es respaldada  por una vida entregada. Debemos adorar a Dios en espíritu (la ese pequeña en “espíritu” significa el espíritu humano y el entusiasmo humano) y en verdad. Desde esta perspectiva, este libro entero está relacionado íntimamente con el tema de la adoración. Por esta razón, sentimos que será relevante y beneficioso incluir un estudio corto de la adoración Bíblica. El resto del libro se ocupa de las maneras en que adoramos a Dios en nuestras vidas diarias. En este capítulo deseamos concentrarnos en cómo la gente de Dios lo adora con su expresión externa y con sus emociones. Puesto que la música desempeña un papel tan importante en la adoración (tanto en la Biblia así como en la actualidad), incluiremos también una discusión de la música. Juntamente con nuestra investigación  de la música en la adoración nos ocuparemos también de la música mundana.

Las emociones y la expresión.
Una de las cosas más llamativas acerca de la adoración tal como está descrito en la Biblia es que afecta a cada aspecto del ser humano. Dios requiere que le amemos con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con toda nuestra mente, y con todas nuestras fuerzas (Marcos 12:30). Esto cubre las áreas emocionales, espirituales, intelectuales, y físicas del hombre. La adoración incluye definitivamente, pero no se limita a, las emociones, el intelecto, y la expresión física. En última instancia, es nuestra voluntad, no nuestras emociones o comprensión natural, que debe dar el compromiso y la estabilidad a la adoración.

Algunos dicen que la emoción y la expresión física deben desempeñar un papel de muy poca importancia en la adoración. Otros dicen que no son emocionales o demostrativos por naturaleza. Por supuesto, los individuos tienen diversos temperamentos, pero creemos que la adoración verdadera incluye al todo de una persona, incluyendo el componente emocional que existe en todos.

Dios es un Dios de emociones. A través de la Biblia él exhibe las emociones tales como el amor, la alegría, el dolor, y la cólera. Cuando Dios apareció en carne, le encontramos llorando en la tumba de su amigo Lázaro (Juan 11:35) y sobre la ciudad de Jerusalén (Lucas 19:41). Somos creados a la imagen de Dios, y compartimos las mismas emociones (Génesis 1:27). Los que dicen que no son emocionales en cuanto a la iglesia son los que se enfadan y gritan a los niños o patean al perro con puntapiés. Gritan casi histéricamente en los juegos de fútbol. Con vehemencia afirman sus derechos y discuten acerca de muchas cosas. Empujan y dan empujones para entrar en un autobús o un taxi. Hacen una escena cuando no se salen con la suya. Acarician y abrazan a sus seres amados. Sin embargo, esta misma gente le dirá que la emoción no tiene ningún lugar en iglesia. Insisten en el formalismo y en el rito. El hecho es que somos seres emocionales. La emoción juega un papel en cada aspecto de nuestras vidas, entonces ¿por qué no en la iglesia? Por supuesto, la emoción no es el único componente de la adoración. Según lo que ya hemos indicado, la razón es importante también, y, sobretodo, nuestra voluntad debe proporcionar el control mientras que es controlada alternadamente por la fe y por la voluntad de Dios. No obstante, la emoción debe ser una parte de nuestra adoración.

La emoción conduce a la expresión física. Es imposible sentir emociones intensas sin  expresarlas. De por sí, la expresión física es solamente una pequeña parte de la adoración. De hecho, “el ejercicio corporal para poco es provechoso” (I Timoteo 4:8). Sin embargo, la demostración física es un resultado natural e inevitable de la emoción. Cuando es motivada por un corazón sincero que ha sido tocado por Dios, la expresión física es una parte muy importante de la adoración.

Para probar que la emoción y la expresión son elementos esenciales de la adoración externa, podemos ir tanto al Antiguo como al Nuevo Testamento. El libro de los Salmos está lleno de expresiones y de ejemplos de la alabanza. El salmista dijo, “Alabaré a Jehová con todo el corazón en la compañía y congregación de los rectos” (Salmo 111:1). ¿Cómo se alababa a Dios en la congregación (la iglesia)? Aquí hay algunos ejemplos tomados del libro de los Salmos: levantaba las manos (141:2), cantaba y tocaba los instrumentos musicales (33:2-3), aplaudía (47:1), y danzaba (149:3). Para los que están poco dispuestos a alabar a Dios de esta manera, el salmista dice, “Todo lo que respira alabe a JAH. Aleluya” (150:6).

Ejemplos de adoración. 
El Antiguo Testamento está lleno de ejemplos de adoración, oración, y alabanza. En la dedicación del templo, Salomón oró mientras que estuvo parado y levantó sus manos, y también oró mientras que estuvo arrodillado (I  Reyes 8:22, 54). Cuando el arca de Dios volvió a Jerusalén, David estuvo tan emocionado que se despojó de su ropa real y danzó a la vista de todo Israel. La Biblia dice “Y David danzaba con toda su fuerza delante de Jehová” y vino gritando y saltando. Su esposa, Mical, le despreció cuando lo vio, porque  pensó que esto era degradarse a sí mismo delante de toda la gente. Cuando ella lo reprendió, él prometió actuar de una manera aún más “vil” y más “baja”. Como resultado de este incidente, Mical no tuvo ningún hijo hasta el día de su muerte. (Véase II Samuel 6:14-23). David era un rey oriental que tenía gran poder y dignidad, pero con todo él adoraba libremente cuando el arca, símbolo de la presencia de Dios, volvió a Jerusalén.  ¿Por qué no hacemos lo mismo cuando la presencia real de Dios viene a nuestro  medio? (Véase también Nehemías 8:6-9, 9:3-5).

En cuanto al Nuevo Testamento, encontramos el mismo tipo de adoración. Cuando los ciento veinte creyentes recibieron el Espíritu Santo el día de Pentecostés, ellos se regocijaron e hicieron tanto ruido que pronto una muchedumbre grande se juntó. Los creyentes llenos del Espíritu estuvieron tan demostrativos que los espectadores pensaron que estaban borrachos (Hechos 2:13). Todos saben cómo es un hombre borracho. Sin duda, algunos de los creyentes danzaron, algunos gritaron, otros rieron, algunos lloraron, otros se tambalearon,  y algunos parecían que se habían desmayado. Si hemos recibido el mismo Espíritu, ¿por qué debe nuestra experiencia ser diferente?

Este tipo de experiencia siguió ocurriendo. Cuando el hombre cojo fue sanado, entró en el templo caminando, saltando, y alabando (Hechos 3:8). Cuando Juan vio al Señor en la isla de Patmos, cayó como muerto (Apocalipsis 1:17). Pablo en el camino a Damasco y el carcelero en Filipos ambos temblaron literalmente bajo el poder de convicción de Dios (Hechos 9:6, 16:29-30). Cuando Pedro se arrepintió por haber negado a Cristo, lloró amargamente (Lucas 22:62). El publicano golpeó pecho en arrepentimiento (Lucas 18:13), y una mujer pecaminosa derramó lágrimas de arrepentimiento, gozo, y amor cuando encontró a Jesús (Lucas 7:37-47). Pablo lloró sobre las letras de reprensión que tuvo que enviar a las iglesias (II Corintios 2:4). Cuando la iglesia primitiva se reunió, oraron todos juntos en voz alta y el edificio entero fue sacudido por el poder de Dios (Hechos 4:24-31). En las epístolas, Pablo se refiere al gemir en el Espíritu (Romanos 8:26), orar y cantar en el Espíritu (I Corintios14:15), y el levantar las manos (I Timoteo 2:8). Note la universalidad de este tipo de adoración en la última Escritura, y note su conexión con la santidad. “Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda”.

Todos estos ejemplos (y más) demuestran que los adoradores sinceros de Dios expresan sus emociones libremente. Por supuesto, cada uno no adorará o responderá exactamente de la misma  manera. Algunos demostrarán una emoción más externa, pero cada uno será afectado. Hay lugar para la libertad y la diversidad de la adoración. Si usted está verdaderamente adorando a Dios, lo expresará cuando Dios le toca, y se abstendrá de la demostración excesiva cuando Dios no está en ella. Si usted está verdaderamente arrepentido a causa de sus pecados, usted llorará. Si un ministro tiene una verdadera carga por las almas perdidas, él derramará lágrimas sobre su ciudad.

Apagando el Espíritu.
No debemos apagar el Espíritu en nuestra adoración (I Tesalonicenses 5:19). Esto se hace a menudo por la tradición y el formalismo no Bíblico. Algunos adoran libremente durante cultos de avivamiento pero vuelven de nuevo al formalismo y a apagar el Espíritu el resto del tiempo, especialmente los domingos en la mañana. Muchos son limitados por ideas preconcebidas de cómo Dios debe moverse y por los patrones del sistema de adoración. Por otra parte, no debemos tratar de forzar un movimiento de Dios o de conseguir una manifestación. Si Dios está en control, todo será hecho para edificación (I  Corintios 14:26).  No será hecho en confusión sino en paz, en decencia, y en orden (I Corintios 14:33, 40). Uno de las funciones del pastor como líder y pastor es mantener el orden en la iglesia y evitar que la confusión se presente. No hay lugar para la manifestación carnal, la exaltación carnal, o la hipocresía en la adoración.

La iglesia está designada como el lugar donde encontramos a Dios. Es incorrecto restringir nuestras emociones de Dios cuando tenemos un encuentro con Él. Si la iglesia es un lugar donde los creyentes están llorando, adorando y alabando, entonces será un lugar donde la gente tendrá un encuentro con Dios y siempre estará recibiendo el Espíritu Santo. La gente raramente recibe las bendiciones o el Espíritu Santo en una atmósfera fría y formal.

Todo lo que Dios requiere es que usted entregue todo su ser a Él en la adoración. Él se encargará del resto. Deje que el Espíritu haga su voluntad en usted. El Espíritu Santo le ayudará a orar, a llorar, y a regocijarse. No debemos sentir vergüenza de nuestras emociones—Dios las creó. Deje que Dios las use.

La clave para entender la adoración en una iglesia llena del Espíritu es esta: “Porque el Señor es el Espíritu;  y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad” (II Corintios 3:17). El Espíritu da a cada uno de nosotros la libertad de adorar y de responder a la presencia de Dios de nuestra propia manera.

La  música en  la  adoración.
La música puede apartar las preocupaciones y los malos pensamientos y puede traer la paz, el ánimo y una proximidad a Dios. Según lo indicado en los Salmos, la música es un medio muy importante de la adoración. (De hecho, el libro fue escrito originalmente como un himnario para  Israel). Venimos ante la presencia de Dios con regocijo, entramos por sus puertas con acción de gracias, y por sus atrios con alabanza (Salmo 100). Muchos versículos en los Salmos nos amonestan a adorar con cantos y con los instrumentos musicales. El Salmo 150 enumera los siguientes instrumentos usados en la adoración: la trompeta, el salterio (un instrumento  de cuerdas), el arpa, el pandero (pandereta o tambor), el instrumento de cuerdas, el órgano (un instrumento  del viento), el címbalo resonante, y el címbalo de júbilo. Un estudio del Antiguo Testamento demuestra cuán poderosa puede ser la música cantada y la música instrumental para ayudar a las personas a adorar y a responder al Espíritu de Dios.

La música de David calmaba al rey Saúl y alejaba a los malos espíritus que lo perturbaban (I  Samuel 16:23). Después de que David llegó a ser el rey, nombró músicos para ministrar en la casa del Señor (I Crónicas 6:31- 47). Él nombró cantores, ejecutores de salterio, arpistas, y cimbalistas para alabar al Señor delante del arca (I Crónicas 15:16). Había cuatro mil músicos incluyendo 288 que estaban altamente preparados y expertos en cantar (I Crónicas 23:5, 25:7). También leemos que Jedutún profetizó con un arpa (I Crónicas 25:3). Más adelante, cuando Salomón dedicó el templo, él dispuso las trompetas y los cantores para levantar sus voces en alabanzas y acción de gracias, junto con los címbalos y otros instrumentos de música. Cuando hicieron esto todos a una, la gloria de Dios llenó la casa. Su presencia se manifestó tan fuertemente que los sacerdotes no podían permanecer parados para ministrar (II Crónicas 5:13-14). Cuando el rey Josafat de Judá pidió que el profeta Eliseo declarara los consejos de Dios, Eliseo primeramente pidió un tañedor. “Mas ahora traedme un tañedor. Y mientras el tañedor tocaba, la mano de Jehová vino sobre Eliseo” (II Reyes 3:15). Entonces, Eliseo pudo revelar el plan de Dios que dio la victoria sobre los Moabitas.  Note que primeramente se usó la música para preparar el corazón de Eliseo y para hacer los preparativos  para el movimiento del Espíritu de Dios. Josafat mismo sabía cuán poderosa podía ser la adoración y la música. Una vez, cuando se enfrentó en una batalla contra Amón y Moab, él designo a los cantores al Señor para alabar la hermosura de la santidad.  Cuando ellos comenzaron a cantar, el Señor destruyó al enemigo (II Crónicas 20:21-22). Dios comenzó a moverse cuando su pueblo comenzó a cantar y a adorar.

En cuanto al Nuevo Testamento, encontramos también un fuerte énfasis en la adoración musical. Jesús y sus discípulos cantaron un himno en la última cena (Mateo 26:30). Cuando Pablo y Silas fueron azotados y encarcelados en Filipos, oraron y cantaron alabanzas a la medianoche. ¿Cuál fue la reacción de Dios? Él envió un terremoto que los libró y produjo una oportunidad de bautizar al carcelero. Pablo nos instruye en varios lugares acerca de cómo adorar a Dios con la música. “Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones” (Efesios 5:19). “Cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales” (Colosenses 3:16). “Salmos” se refiere indudablemente a las canciones del libro de los Salmos, mientras que “himnos y cánticos espirituales” se refieren a otras canciones evangélicas. Para los que no creen en adorar a Dios con regocijo, batiendo las manos, levantando las manos, danzando, y tocando los instrumentos musicales sería difícil cantar todos los Salmos que recomiendan estas formas de adoración. Pablo no tenía ninguna duda puesto que su adoración era igual que la descrita en los Salmos. En otro lugar, Pablo respalda tanto el cantar en el Espíritu (cantar en lenguas) como el cantar con el entendimiento como parte de la devoción personal (I Corintios 14:15). El canto debe ser una parte importante de nuestros cultos y de nuestras vidas diarias (I Corintios 14:26, Santiago 5:13).

Puesto que la música puede ser un elemento tan poderoso de adoración, debemos tener cuidado de usarla como adoración y no como entretenimiento en los cultos de la iglesia. Muchos tienen una idea falsa acerca de la música en la iglesia. Ellos piensan que la iglesia es un escenario, que la congregación es la audiencia, que los músicos son los actores, y que Dios está entre los bastidores dando señales. En realidad, la congregación debe ser los actores (adoradores), con los músicos dando señales, siendo Dios la audiencia. Los cantantes y los músicos en la iglesia deben tener dos metas en mente. Su meta fundamental es de adorar a Dios de corazón, creando la música que a Él personalmente le gustar oír. Su otra función es crear una atmósfera de adoración que anime a la congregación a adorar y haga fácil que ellos puedan sentir la presencia de Dios. Muchos se han reconciliado y muchos han ido al altar a causa de los cantos ungidos.

Esto significa que los músicos, los cantantes, y los líderes de la alabanza tienen una gran responsabilidad. Pueden hacer que el culto sea bueno o que sea un fracaso. Deben ayunar y orar para que Dios los use para bendecir el servicio. Así como practican y se preparan para presentar un canto hermoso, deben orar de modo que Dios los unja y los use espiritualmente. No necesitamos gente que sólo quiera exhibir sus talentos, sino necesitamos gente que desee adorar a Dios y que desee inspirar a la audiencia a adorar. Hoy, muchos grupos parecen pulidos y profesionales, y muchos tienen equipos bien elaborados. Esto es bueno. Sin embargo, si ponen el entretenimiento por encima de la adoración, entonces Dios no estará contento. Me da gusto escuchar a un grupo que tiene hermosa armonía e instrumentación, sin embargo yo quiero poder adorar y sentir a Dios mientras que ellos cantan. En caso contrario, su música puede ser excelente para un concierto pero no para un culto de adoración en la iglesia donde están en juego las almas.

Los cantantes y los músicos deben ser buenos ejemplos de cristianismo. Están siendo usados para fomentar la adoración y están puestos como ejemplos a la congregación, y sus vidas deben reflejar esto. Deben vivir vidas santas de acuerdo con las enseñanzas bíblicas y pastorales. La congregación debe poder sentir la sinceridad de los cantantes. No hay nada que destruya más la adoración que saber que el cantante realmente no está adorando a Dios, sino está cantando para su propia exaltación, o no está viviendo una vida santa.

Tener la oportunidad de cantar y de tocar en la iglesia es un privilegio. Si usted tiene talento, entonces debe utilizarlo para Dios. Esto es una manera por medio de la cual puede adorarle y agradecerle. Por esta razón, los cantantes, los miembros del coro, y los músicos no deben ser pagados por su iglesia local. Esto les quita su privilegio de adorar a Dios. Por supuesto, un director que dedica todo o parte de su tiempo a la música puede recibir un salario, puesto que eso es su trabajo.

Los cantos congregacionales sí son una forma de la adoración. Como tal, es un área en la cual debemos ser guiados por el Espíritu. Necesitamos líderes de la alabanza que sientan una carga por cada culto, que sean sensibles a la dirección del Espíritu, y que tengan talento para dirigir los cantos. Un momento excelente para que las personas reciban bendiciones es durante los cantos congregacionales. La tarea del líder de la alabanza es inspirar la adoración, ayudar a la gente a abrir sus corazones, y prepararlos para la predicación de la palabra de Dios. El líder de la alabanza debe sentirse libre para seguir el movimiento del Espíritu—cantar un coro repetidas veces, cambiar los cantos, cantar una canción que él no había considerado previamente. A veces Dios usa una determinada canción en un culto particular para alcanzar a un individuo o para abrir paso para el movimiento del Espíritu Santo. El líder de la alabanza tiene que ser sensible para discernir cuándo Dios desea hacer esto. Él debe estar preparado para el culto, pero también debe estar listo para cambiar sus planes. Por supuesto, debe trabajar de cerca con el pastor y bajo su dirección.

A menudo cantamos coros breves y simples. La razón es que son fáciles de entender y de aprender; y la congregación puede concentrarse en Dios en vez de la lectura de un libro. Es útil tener una variedad de tales cantos, porque pueden crear atmósferas propicias para diferentes tipos de cultos. Es fácil evocar la verdadera adoración con tales cantos.

Hay muchos tipos diferentes de cantos que son apropiados para la adoración. Varían dependiendo del espíritu del culto, las necesidades de la congregación, y el trasfondo cultural de la  congregación. Una congregación que incluye a personas de varios trasfondos y culturas debe tener un programa musical que responda a las necesidades y gustos de todos. Debe haber una variedad de estilos en tal caso. Hay momentos para cantar un nuevo cántico al Señor (Salmo 96:1). Debemos reconocer que algunos cantos no tienen atractivo para nuestro gusto musical pero tienen atractivo para otros y son formas válidas de adoración. Lo más importante para los intérpretes es adorar sinceramente y para la congregación, sentir el Espíritu de Dios. Algunos estilos de canto son buenos para ciertos grupos culturales, pero cuando los usan otros pueden parecer poco sinceros, fuera de lugar, o incluso absurdos. Hay una excepción para permitir una variedad de estilos musicales en los cultos de adoración. No debemos usar la música que atrae directa y principalmente la naturaleza sensual o carnal del hombre. Al hacer esta declaración estamos refiriéndonos principalmente a la música “hard rock” (rock pesado). No decimos esto simplemente porque sea personalmente desagradable o porque sea popular en el mundo. La mayoría de los cantos a través de la historia de la iglesia han seguido hasta cierto punto los estilos musicales de la época. Señalamos la música “rock” porque esta música en sí misma despierta tan fácilmente emociones y deseos que son incompatibles con la adoración y la alabanza. Analizaremos esto más tarde en la sección siguiente.

La música moderna. 
Aparte de la música como una forma de la adoración, ¿qué dice la santidad sobre el tema de la música en general? Ciertamente, un cristiano puede disfrutar de canciones y música que no sean de orientada religiosa. Hay muchas tipos diferentes de música para escuchar y para tocar. Al mismo tiempo, no toda la música es permisible si un cristiano quiere mantener la santidad. Nuevamente aquí es donde debemos confiar en las convicciones personales y en el poder de convicción del Espíritu Santo. Somos templos del Espíritu Santo, y no deseamos llenar nuestros oídos de basura.

Básicamente, una canción puede ser impía debido a la letra o debido a la propia música. Cualquier tipo de canción puede ser impía si las palabras son malas. Esto es un problema con todos los tipos de música moderna. A menudo la música pop y la del fácil escucha es hermosa, pero las palabras son muy sugestivas. Gran parte de la música country y la música occidental hablan mucho de temas malsanos tales como el adulterio, la fornicación, el divorcio y la bebida. La música “rock” se caracteriza por su glorificación no tan sutil del sexo, las drogas, la rebelión, el misticismo, e incluso el satanismo. Aunque a usted le guste alguno de estos estilos musicales, no puede seguir siendo santo si escucha continuamente las canciones que tienen letras impías. Yo he visto a jóvenes a quienes les gustaba tanto una melodía que ellos escucharían o aún cantarían un canto que obviamente trata de la fornicación, del adulterio, o del uso de drogas. Ellos realmente están glorificando y adorando a aquellas cosas aunque en realidad no tenían la intención de hacerlo. Las palabras tendrán un efecto, aunque sea solamente subconscientemente. ¿Cuántas veces se ha repetido una canción vez tras vez en su mente y parecía que no podía olvidarse de ella? ¡Qué gran bendición usted puede recibir si es un canto de alabanzas, pero cuán peligroso puede ser si el canto no es bueno! El mensaje está siendo arraigado en su mente y en su alma para surgir en épocas de debilidad y de tentación. Si usted está escuchando la radio y sale una canción que glorifica el pecado, la opción más segura y santa es apagar la radio.

Cierta música puede inspirar el mal, no solamente por medio de las palabras sino por medio de la música en sí. Tal es el caso con el “hard rock”. La música “rock” y la de discoteca causan cambios fisiológicos en el cuerpo humano, afectando tanto las glándulas pituitarias como las glándulas sexuales. El  ritmo pesado agita las emociones, especialmente el impulso sexual. El efecto de la música “hard rock” es aumentar la tensión, el estrés, la desorientación, y la pérdida del dominio propio. Para probar esto, solamente observe las acciones de una audiencia en un concierto de música “rock”, los movimientos de los bailarines de “rock” o de la música de discoteca y la adulación desenfrenada de los jóvenes aficionados al “rock”. Compare el ritmo de la música “rock” al ritmo usado por los practicantes del vudú, los adoradores de Satanás, y los idólatras en partes alejadas del mundo. Hay una semejanza fuerte, que no es sorprendente ya que todos ellos son usados por Satanás. Si esto es así, ¿cómo podemos usar la música “hard rock” y la de discoteca para adorar a Dios? La gran mayoría de las veces, excitará a los oyentes física y psicológicamente, pero no de una manera piadosa.

En relación con este tema, un libro excelente para leer es El Día Que La Música Murió, por Bob Larson quien era un músico profesional de la música “rock”. En el libro, el autor discute los diversos efectos físicos, mentales, y espirituales de la música “rock”, así como la influencia de las letras y las formas de vida de los artistas. Él describe algunos de los principales grupos de la música “rock” y también tiene un capítulo sobre la danza.

Hemos visto que la música puede ser usada para la adoración y para el placer personal. En los cultos de la iglesia, debemos tener el cuidado de enfatizar en su papel como adoración en vez del entretenimiento. En nuestras vidas personales debemos protegernos contra la inmundicia del mundo que puede entrar por medio de ciertas clases de música.
  
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Worship, Emitions and Music

lunes, 8 de octubre de 2012

La Música en la Biblia



Tomado de Libro Electrónico Instituto Bíblico Pentecostal "IBP"
Módulo: Música. Por John Dilson Álvarez


I. LA MÚSICA EN AL ANTIGUO TESTAMENTO

La música representa un papel importante en la cultura hebrea, como se da a conocer en pasajes del Antiguo Testamento. Según la tradición fue JUBAL hijo de LAMEC (Gn. 4:21) quien fue el padre de los artistas y flautistas. Frecuentemente en momentos de regocijo, vinculándose a esto la danza.

1. LA MÚSICA EN LA VIDA SOCIAL DE LOS HEBREOS

Ex. 15:1-21; Jue. 5:1, 2 Co. 20:28

*  En una etapa posterior la música fue consagrada a Dios para el servicio en el Templo, también tuvo una expresión secular (Gn. 31:27).

* Se usaba también en las festividades. Canto, alabanza, música (Is. 5:12; Am. 6:5).

* Isaías 16:10. El gozo y el canto estaban unidos en la Vendimia o en la Cosecha de las uvas (Ec. 2:8).

* Lm. 5:13-15. Jóvenes privados de esta actividad.

* Is. 23:16. Ramera, la usaba para su vida de libertinaje.

* Se usaba en el duelo (Mt. 9:23).

ENDECHAS. Es una canción triste y lamentosa (2 S. 1:18-27).

PLAÑIDORES. Lamentos, quejas, lloros (contratados para esto).

* En la posesión y coronación de reyes (2 Cr. 23:13).

* En el descubrimiento de un manantial (Nm. 21:17).

* A la llegada de la primavera (Cnt. 2:12).

* Filón dice que los judíos pasaban a menudo toda la noche cantando cánticos, tanto de carácter religioso como de otra clase.

* Cuando libraban victoriosas batallas (1 S. 18:6-7). 

* Las mujeres recibían al vencedor con pandero y danzas, generalmente cantaban en coros que se alternaban. En los tiempos de los reyes se mantuvo esta tradición (2 Cr. 20:28).

* Se cantaba al son de panderos, arpa y flauta (Job 21:12; Is. 24:8-9; Am. 6:5).

* Tanto la salida de Babilonia (Is. 48:20), como la liberación definitiva de los redimidos se maraca con cánticos de júbilo (Is. 35:10).

2. LA MÚSICA EN LA VIDA RELIGIOSA HEBREA

* La música acompañaba el ejercicio del ministerio profético (1 S. 10:5; 19:20-24).

* Eliseo pidió un tañedor (el que toca o ejecuta un instrumento) para inspirarse (2 R. 3:15).

* Utilizado para echar malos espíritus (1 S. 16:16).

* La música se usaba regularmente en el culto del Templo. Formaba parte del culto por orden de Dios (Nm. 10:10).

* Cuando transportaban el arca a Jerusalén (2 S. 6:5).

* En la dedicación del Muro de Jerusalén (Neh. 12:27).

* Se utilizaba para llevar ante Dios una ofrenda musical (Is. 38:20).

* 1 Cr. 16:42. Música de Dios.

* 1 Cr. 7:6. Música e instrumentos para alabar a Dios.

3. LA MÚSICA EN LA BIBLIA

Ocupa un importante lugar en la palabra, más de 575 pasajes repartidos en 44 libros nos hablan de ella, sobre todo en el Antiguo Testamento.

¿En qué fecha se inició la música? Desde antes de la creación de la humanidad (Job 38:4-7). Las estrellas del alba representan quizás a unos personajes celestes, como los hijos de Dios de la frase paralela.

Ez. 28:13-16                       LAMEC
Gn. 4:20-22                        JABAL ----- Ganado
                                          JUBAL ----- MÚSICA
                                          TUBAL CAÍN -- Hierro - Bronce.

Estos versículos nos recuerdan que los alimentos y productos de artesanía no bastan para suplir las necesidades del hombre, la Biblia cita la música como parte de él. Dios nos revela que no basta con proveer para las necesidades materiales del hombre, además de todo eso el hombre necesita algo para satisfacer su sentido de estética. Desde el principio la música ha sido más que un mero pasatiempo.

4. LA MÚSICA A TRAVÉS DE LOS TIEMPOS

4.1 EN LOS TIEMPOS DE DAVID
(1 Cr. 15:16-22). David mandó a los Levitas que tocaran y cantaran mientras el Arca volvía a Jerusalén. Fue en esta ocasión que organizó la primera orquesta. Esta se componía de 24 instrumentistas que tocaban salterios, címbalos y trompetas.

(1 Cr. 23:5). Más tarde David estableció 4000 Levitas para alabar a Jehová con los instrumentos.

Vs. 30 ---- Cada mañana y cada noche en el Tabernáculo.

Recibían una formación de 10 años para ejercer su servicio en el Tabernáculo, ministraban solo a los 30 años de edad.

(1 Cr. 23:3). Los maestros de música y canto estaban divididos en 24 grupos de 12 hombre, un total de 288 levitas expertos en lo concerniente al canto a Jehová, todos instruidos y aptos.

(1 Cr. 25:7). Estos enseñaban la música a sus hermanos. Asaf, Jedutum y He-man dirigían el coro.

Según historiadores daban la señal de empezar con címbalos, otros 8 músicos guiaban la melodía con el KINNOR (arpa). Eran acompañados por 6 grupos de hombres que tocaban el arpa.

4.2 EN EL TEMPLO DE SALOMÓN
Bajo el reino de Salomón se construyó una gran orquesta para la inauguración del Templo.

(2 Cr. 5:13). 120 sacerdotes tocaban trompetas, a la vez que un numeroso coro cantaba a una, para adorar y alabar a Jehová, como resultado el Templo se llenó de la Gloria de Dios.

5. DIVERSIDAD DE CANTOS

* DE MARCHA (Nm. 10:35-36; 2 Cr. 20:21). Entre los cuales estaban denominados los cánticos graduales que se cantaban durante la peregrinación a las fiestas de Jerusalén (Sal. 121; 134).

* CANTO DE TEMAS LABORALES (Nm. 21:16-18, Jue. 9:27; Is. 5:1; 27:2; 65:8; Jer. 25:30).

* CANTOS PARA PONER LA PRIMERA PIEDRA DE UNA CASA (Zac. 4:5)

* CANTOS PARA COLOCAR LA PIEDRA ANGULAR (Job 38:7).

* CANTOS DE AMOR (Sal. 45; Cnt. 2:14; 5:16; Ez. 33:32).

* CANTOS PARA BEBER (Job 21:12; Sal. 61:13; Is. 24:9; 33:11).

* CANTOS PARA DANZAR (1 S. 18:6-7; 21:12; 29:5; Sal. 26:6; 68:26; 87:7)

* CANTOS PARA BURLARSE (Job 30:9; Lm. 3:14, 63).

6. RESTAURACIÓN DE LA MÚSICA PARA ISRAEL

Después de la muerte de Salomón, Jeroboam impidió a los levitas llevar a cabo las funciones (hijo de Navot) (2 Cr. 11:14). Cada vez que el culto vuelve a florecer bajo alguno de los reformadores reyes de Judá, allí están los levitas para alabar a Jehová (2 Cr. 29:26-30), bajo el Rey Ezequías de Judá. (2 Cr. 35:15), bajo Josías Rey de Judá.

CONCLUSIÓN: Ezequías y Josías reintegraron la música en el culto.

7. LA MÚSICA EN EL EXILIO

Con el exilio la música pasó del Templo a las Sinagogas. No solo se continuaron cantando los salmos sino que toda la Escritura era leída cantando.

VANTOURA, ha demostrado que el canto de la sinagoga no era idéntico al que se había practicado en el Templo: no había músicos formados profesionalmente y la mayor  preocupación ya no era el culto, sino el estudio de la Escrituras, se escogía a uno de los fieles de la comunidad que tuviera bonita voz para el canto. Las tradiciones se diversificaron desviándose cada vez del canto sagrado del Templo. El canto congregacional cristiano, según S. HAIK VANTOURA, se derivó del canto Sinagogal.

8. LA MÚSICA DESPUÉS DEL EXILIO
                                         
El Rey Persa ordenó que se proveyera diariamente para las necesidades de los cantores. Neh. 11:23; 12:47; 13:10. El número de los cantores que volvieron de la cautividad fueron de 148 (Neh. 7:44) y 128 según Esdras 3:10. La dedicación del Templo que se reconstruyó fue acompañado por cantos y música (Neh. 12:27). Las mujeres participaban en el coro del templo (Neh. 7:67, Esd. 2:65).

Según 1 Cr. 25:5 He-mán, tenía tres hijas instruidas en casa para el canto en la Casa de Dios. Sal. 68:25. "Los cantores iban delante, los músicos detrás y en medio las doncellas con panderos".


9. LA MISNÁ

Método de enseñanza TALMÚDICO.

La palabra hebrea MISNÁ, viene de la raíz repetir (según los métodos de enseñanza de las escuelas rabínicas) enseñar, instruir y designar doctrina. Transmitida oralmente para distinguirla de la MITRA, de lo leído, de los Sagrados Escritos.

La MISNÁ comprende principalmente todo el conjunto de enseñanzas transmitidas oralmente tal como fueron expuestos por escrito en el siglo II a.C. y coleccionados en el Talmud. Hacia el año 200 d.C. el Rabino YESUDA-NASI fijó por escrito todas las tradiciones bíblicas halladas en los registros privados de sus predecesores, es una obra escrita en la lengua Neohebrea, conteniendo términos griegos y latinos hebraizantes, la que lleva al nombre de MISNÁ. Pronto se le reconoció autoridad en las escuelas Rabínicas después de la muerte de Yesuda Ha-Nasi, y se sintió la necesidad de completar y explicar la Misná.

Los dos comentarios de la Misná redactados por los doctores judíos de las Escuelas de Tiberia (Palestina) y de Babilonia reciben el nombre de GEMARÁS (Estudio definitivo), dichos comentarios están redactados en Arameo, uno de ellos en el dialecto Galileo y el otro en el Babilónico. La Misná y los Gemerás son los elementos constituyentes del Jamuel. La Misná se divide en seis partes o clasificaciones (Seder, Plural: Sedarim), 63 tratados, 523 (según otros 524 o 525) capítulos, 4187 párrafos. Las partes o sedarim son:

1. ZERA´IM (frutos del campo). Cuatro tratados sobre cuestiones de agricultura, diezmos, etc.

2. MO´ED (tiempos establecidos). Doce tratados sobre el sábado y días festivos.

3. NASIM (mujeres). Siete tratados sobre el matrimonio, divorcio, etc.

4. NEZIGIM (daños). Diez tratados sobre el derecho civil y penal.

5. QODASIM (cuestiones sagradas). Once tratados sobre el sacrificio y todo lo que se relaciona con el culto del templo.

6. TAHOROT (cuestiones de la pureza). Once tratados sobre la pureza y la impureza, ritual.

La primera impresa fue hecha en Nápoles en el año de 1942.

10. CLASES DE INSTRUMENTOS MUSICALES DE LOS HEBREOS

Tenían tres clases de instrumentos, a saber:

1. Cuerda
2. Viento
3. Percusión

CUERDA

ARPA: Quizás el más bello de los instrumentos y seguramente el más común entre los antiguos. El Arpa se menciona muchas veces en la Biblia (1 S. 10:5; 1 Cr. 13:8), tenía en la antigüedad diversos tamaños y formas según se ha constatado por los numerosos ejemplares encontrados en Mesopotamia. La traducción del término hebreo para este instrumento varía según las distintas versiones: Arpa, Salterio, Cítara, Lira, etc. El número de las cuerdas varía según el tamaño y la forma del instrumento. Numerosos salmos están compuestos para ser tocados con arpa. David tocaba el arpa (1 S. 18:6) en festividades y en el culto del Templo las arpas acompañaban el canto (1 Cr. 15:16; Neh. 12:27).

VIENTO

BOCINA: Originalmente este instrumento era el cuerno vaciado de algún mamífero, más tarde se hacía generalmente de metal, de forma curva no recta imitando los cuernos de numerosos animales (Ex. 19:16; Jos. 6:4).

ZAMPOÑA: Del Arameo Samphoneya, que se haya en Daniel 3:5, 7, 10, 15; proviene del griego SAMPHONIA que significa "Sinfonía, Armonía de sonidos". Este instrumento se emplea en numerosos lugares del oriente, asemejándose a una gaita o cornamusa, pero disponiendo solo de dos tubos, uno para insuflar aire en el pellejo y otro con el que se toca.

PERCUSIÓN

PANDERO: Originalmente una especie de tambor, probablemente cuadrado, que pronto se transformó en el  pandero circular, que conocemos. Los hebreos lo llamaban TOPH.  Durante las fiestas profanas los cantantes y danzarinas se acompañaban del pandero. En el culto se usaba en ocasiones solo o acompañado de diversos instrumentos (Gn. 3:21; Sal. 81:3).

CÍMBALO: Usado en las ceremonias religiosas de Israel (1 Cr. 15:16; 2 Cr. 5:13; Esd. 3:10; Neh. 12:27). Era más pequeño que las castañuelas y a modo de las platillas de las bandas de música modernos, se tocaban con los dedos o con las manos según el tamaño.

11. SOLISTAS E INSTRUMENTALES

Desde su primera mención, el canto está asociado a los panderos y a las danzas. Los instrumentos, seguramente habían sido traídos de Egipto, donde ya se conocían hacía muchos siglos. Los documentos egipcios de la época contienen representaciones de muchos instrumentos de percusión así como de trompetas, arpas, liras, clarinetes dobles y oboes de diferentes clases.

En el principio, el canto siempre estaba acompañado de los instrumentos: la palabra SALMO (PSALMOS) en griego designaba primitivamente un cántico que se acompañaba con una lira y que estaba destinado al culto (2 Cr. 5:12). Todos los cantores estaban provistos de instrumentos.

A. SOLISTAS
En el culto había lugar para el canto de solistas, para el coro y para las distintas clases de instrumentos. Cuando David dijo: Yo cantaré... (Sal. 7:17; 9:2; 13:6; 18:49) no quiso decir: cantaré en mi corazón o recitaré unos poemas que suenan musicalmente. En el contexto de los salmos, se halla su forma de alabar (Sal. 27:6; 108:1-3; 22:25; 35:18).

La expresión "Lamenazzeah" (al músico principal) que aparece 55 veces en los Salmos y en Hab. 3:19, en algunas ocasiones ha sido interpretada como si se refiriera a un pasaje que se cantaba solo. A veces el salmo entero era cantado así, mientras que el coro solo daba respuestas. Esto explica por qué se pasa de singular al plural (Sal. 5:1-10; 12:12; 9:1-10; 11-12, 13-14, 15-20).

B. LA MÚSICA INSTRUMENTAL
Salmo 98. Con arpa y voz de cántico, con trompetas y sonido de bocinas delante del Rey Jehová. Vs. 5 y 6.

Salmo 33:1-3. Alabanza con instrumentos de cuerda.
Salmo 81:1-3. Música de cuerda, viento y  percusión.

Otras veces la alabanza se expresa sólo mediante los instrumentos. Salmo 150 Alabad a Dios... a son de bocina, con salterio, con arpa, con pandero, con cuerdas, con flautas, con címbalos resonantes, con címbalos de júbilo.

A menudo los instrumentos tocaban preludios.

Nos encontramos aquí con distintas familias de instrumentos: cuerdas, viento y percusión, todos para la gloria de Dios. Solo los descendientes de Leví tenían derecho de tocar en el Santuario, y debían hacerlo de una determinada manera apropiada para el culto. Es decir, que habían ciertos criterios establecidos por Dios en lo referente a la utilización de instrumentos y que no estaba permitido que cada uno lo hiciera según le parecía para honrar a Jehová.

La orquesta del Templo estaba compuesta mayormente por instrumentos de cuerdas con sonidos suaves y relativamente tenues (arpas y salterios), podemos deducir incluso que habiendo muchos instrumentos, las voces no tenían ninguna dificultad en sobresalir y así poder ser escuchadas.

Se han dado numerosas explicaciones de la palabra "SELAH" que encontramos 71 veces en el Antiguo Testamento de las cuales 39 veces en los salmos. La Misná nos dice que anunciaba un intermedio instrumental introducido por una señal de trompeta y durante el cual tenía lugar un acto importante en el cual toda la Asamblea se postraba.

El Talmud distingue tres tipos de cantos:

1. La Salmodia y el canto respuesta. 
2. El canto antifonal.
3. La cantilación.

SALMODIA: Canto que se usaba en la iglesia para los salmos. Canto monótono.

Salmodiar: Recitar salmos sin inflexión, sin quiebres de voz monótonamente.

CANTILENA: Melodía de movimiento moderado, generalmente sentimental.

CANTO ANTIFONAL: Se alternan dos coros, mientras que en el CANTO RESPUESTA, un coro o toda la Asamblea responde a un solista. Este tipo de canto alternado data de una época muy antigua (Dt. 27:14-26; 1 S. 29:5; Sal. 136; 118).

12. EL MAL USO DE LA MÚSICA

En el libro de Éxodo, se menciona la música que hicieron los israelitas después de haber levantado el becerro de oro. Josué la interpretó como "alarido de pelea" (Ex. 32:17). Debía ser pues de carácter agresivo, pero Moisés responde.... voz de cantar oigo yo (Ex. 32:18). Después vio que se trataba del becerro de oro y de los bailes alrededor del ídolo.

Los cultos idolátricos de la antigüedad (los cuales se acompañaban con música) eran frecuentemente acompañados de prostitución "sagrada" y de prácticas inmorales. La música puede también estimular las pasiones impuras (1 Co. 10).

En el libro de Daniel, se menciona cómo el Rey Nabuconodosor utilizaba la música al servicio de la idolatría y de la glorificación del hombre (Dn. 3:4-5). En este texto se enumeran seis categorías de instrumentos y además "todo instrumento de música". El rey y sus magistrados debían conocer el poder sugestivo de la música. La Biblia lo reconoce también, puesto que repite cuatro veces estos instrumentos (vrs. 5, 7, 10, 15) en relación con la Adoración de la estatua.

Amós 6:5 menciona la música religiosa que no es agradable a Dios: Gorjean al son de la flauta (imitando sin duda a los profetas que se servían de estos instrumentos para profetizar), e inventan instrumentos musicales como David. En el mismo libro, Dios reprende fuertemente a los que hacen música religiosa sin que su corazón esté consagrado a Él (Am. 5:23).

Leyendo el Antiguo Testamento desde la perspectiva de la música, quedamos sumamente impresionados por la importancia que tenía tanto en la vida cotidiana como en la vida religiosa, personal y colectiva: todos los momentos de la jornada, todas las épocas del año están impregnadas de cantos aprendidos o improvisados, de acompañamientos de diversos instrumentos.

LA MÚSICA ESTÁ SIEMPRE PRESENTE EN TODOS LOS LUGARES.

Hasta aquí a grandes rasgos hemos visto la música en el Antiguo Testamento, pasemos entonces al Nuevo Testamento.

II. LA MÚSICA EN EL NUEVO TESTAMENTO

La música no ha perdido su lugar en el Nuevo Testamento, es verdad, contiene relativamente pocas indicaciones respecto a la música: apenas una docena de pasajes, de los cuales solo dos contienen una orden concreta y ninguna mención de la música instrumental.

¡Si los hebreos tenían razones para alabar a Dios, los cristianos mucho más!

1. EL CANTO EN EL NUEVO TESTAMENTO

* El Nuevo Testamento se abre con un Himno Profético: EL MAGNIFICAT, en el cual María exalta al Señor por su gracia (Lc. 1:46-55). Según las costumbres del pueblo hebreo, un poema de este tipo debía recitarse cantando.

* El nacimiento del Salvador ha sido anunciado por el más sorprendente coro que jamás se haya oído sobre la tierra: Un coro de MIRÍADAS DE ÁNGELES ha entonado el GLORIA que miles de cristianos han cantado después de ellos (Lc. 2:14).

* Algunos días después Ana y Simeón dejaron desbordar su gozo cuando vieron a aquel que se esperaba desde hacía muchos siglos. Saludaron por medio de himnos de alabanzas al Salvador (Lc. 2:22-38). Estos poemas que están dentro de la tradición profética judía, seguramente fueron cantados (como lo serán durante siglos por los cristianos). Cuando Jesús creció, ciertamente participó como todo judío en el canto de los salmos de alabanza y de penitencia en la Sinagoga como en el Templo, en los cultos y otras ceremonias.

* Marcos 14:26 nos precisa qué cantó Jesús con sus discípulos en la última cena.

* Los primeros cristianos mantuvieron la tradición judía del canto de los salmos.  Participaban en el culto del templo y los volvían a cantar entre ellos en sus casas. Ciertamente, tenían esto muy arraigado para que en una situación crítica Pablo y Silas en prisión, cantaran a Dios.

2. SALMOS, HIMNOS Y CÁNTICOS ESPIRITUALES 

La orden de cantar es menos frecuente en el Nuevo Testamento que en el Antiguo Testamento. En Col. 3:16 y Ef. 5:19; este último constituye una especie de testamento espiritual de Pablo a las iglesias de Asia Menor.

Las exhortaciones que contiene tienen un gran valor para nosotros, ya que es como las últimas voluntades del Apóstol. Los imperativos de la segunda parte de esta epístola culminan con la exhortación: "sed llenos del espíritu" seguida de cinco verbos en participio presente: hablando... cantando y alabando... dado... sometiéndoos (Ef. 5:18-21).

Tenemos entonces que la plenitud  (ser llenos del Espíritu) tiene como consecuencia el canto, la alabanza, la acción de gracias y la sumisión recíproca; y por otra parte, cuando estamos cantando alabanzas a Dios, dando gracias a Dios por todo, sometiéndonos los unos a los otros, recibimos una medida más grande del Espíritu de Dios. Así que, el canto, mencionado en el primer y segundo lugar, es a la vez una característica de la plenitud del Espíritu y un medio para lograrla. Esto muestra su importancia para nuestra vida espiritual.

3. DIVERSIDAD DE CÁNTICOS

El Apóstol Pablo habla de salmos, de himnos y cánticos espirituales (Col. 3:16). Por esta enumeración destaca la importancia de la diversidad.

SALMOS: La Biblia nos transmite 150 salmos muy diferentes los unos de los otros, que se cantaban siguiendo varias melodías (algunas de las cuales se nos indican al principio de los salmos). Durante mucho tiempo solo se cantaba  estos poemas inspirados por el Espíritu de Dios. Pero además, el Apóstol menciona los himnos y los cánticos espirituales.  El texto de los salmos ha inspirado a muchos compositores en el transcurso de los siglos. Las melodías que acompañan el salmo 23 son incontables.  La gran ventaja de los salmos, es ofrecer un texto del cual estamos seguros que agrada a Dios, ya que Él mismo lo ha inspirado.

HIMNOS: Los himnos designaban en el griego clásico los poemas compuestos en homenaje a un dios o a un héroe. Encontramos partes de himnos cristianos en: Ef. 4:4-6; 5:14; 1 Ti. 1:17; 2:5 y ss.; 2 Ti. 2:11-13; Ap. 4:11; 5:13; 7:12. A estos podríamos añadir todos los cánticos compuestos en el transcurso de los siglos y que constituyen uno de los tesoros más preciosos de la Iglesia. Recordemos lo siguiente: los himnos de los primeros cristianos eran muy distintos a los nuestros: sus versos aunque tenían ritmo, ni rimaban, ni tenían la misma métrica (Arte de la estructura de los versos).

CÁNTICOS ESPIRITUALES: Eran improvisaciones espontáneas  en base a textos bíblicos o letras compuestas por el autor del canto. Nuestros hermanos y hermanas africanos han conservado esta forma de canto en sus cultos y la practican con bastante facilidad.

4. CANTAR EN COMUNIDAD

Hay una especial bendición en el canto comunitario. Podemos conversar (Ef. 5:19 "hablarse"), instruirse y exhortarse o advertirse (Col. 3:16) por medio del canto. Pronunciar juntos las mismas palabras, al mismo ritmo, con el mismo matiz sentimental dado por la melodía, tiene un efecto que trasciende las simples palabras de la letra. Hay que dar debida importancia a la alabanza así como a la predicación de la palabra (lo uno es un mensaje musical).

5. LA MÚSICA EN LA FUTURA ETERNIDAD

En la eternidad, después del desarrollo de la historia humana, el canto permanecerá como una de las ocupaciones de los habitantes del cielo. Los 24 ancianos cantan un cántico nuevo en honor al Cordero Inmolado (Ap. 5:9-10). La multitud vestida de ropas blancas (Ap. 7:10). Todos los ángeles adoran (Ap. 7:11-12). Otras citas: Ap. 11:15; 15:2-4; la predicación y la evangelización cesarán pero la música de la Adoración continuará por los siglos.

EN RESUMEN

* La música es tan antigua como la humanidad.

* Desde el principio el canto se acompañó con instrumentos.

* El canto y la música instrumental han jugado un gran papel en la vida de Israel. Era la principal actividad artística.

* Todas las ceremonias y aspectos de la vida cotidiana se enmarcaban en el canto y la música, que expresaban adoración y gratitud, alegría y dolor, amor y odio.

* Los coros, solos y música instrumental se encuentran ya en la Bíblia y están asociados al culto.

* El carácter de la música instrumental hebrea era generalmente gozoso pero no ruidoso.  La orquesta estaba compuesta de una mayoría de instrumentos de cuerda. Las trompetas solo eran tocadas por los sacerdotes y servían como llamadas sonoras.

* Los cantos eran de tipo canto-respuesta o de tipo antifonal.

* Toda la Biblia era cantada.

* A parte de la música de Dios, se menciona también música maléfica destinada a la idolatría y a la inmoralidad.

* El canto cristiano ha conservado las principales características del canto sinagogal hebreo.

III. EL LUGAR DE LA MÚSICA EN LA VIDA DEL CRISTIANO

1. EL CRISTIANO

Fue en Antioquía donde por primera vez se llamó cristianos a los hermanos, a los discípulos que habían aceptado creer las enseñanzas de Jesús y que querían vivir según sus principios. El cristiano es pues, en primer lugar, alguien que ha sometido todos los aspectos de su vida al señorío de Cristo, un hombre o una mujer que tiene como meta glorificar a Dios con todo y en todo.

El destino del cristiano no es vivir en solitario, sino que anda junto a  los que han tomado el mismo camino que él: puede orar y actuar con ellos, ayudarles y ser socorrido, exhortarles, edificarse, consolarse e instruirse. A la vez, es un testigo (Hch. 1:8) que quiere transmitir a otros su razón de vivir y la felicidad que ha encontrado. El cristiano tiene por lo tanto algunos objetivos tales como: Alabar y Glorificar  a Dios; edificar la Iglesia; dar testimonio de su fe ante los que no conocen a Cristo, y ser transformado a la imagen de Cristo.

2.  “…Y LA MÚSICA”

Podemos encontrar muchas definiciones de la palabra música. La mayor parte de los autores han coincidido en decir que: es el lenguaje que va mucho más allá de las palabras y permite expresar nuestros sentimientos y nuestro estado de ánimo. El hombre es ante todo un ser de fe, imaginación y de sentimiento más que puramente razón, debido a esto, la música tiene un lugar muy importante en toda civilización.

La música  es un "don de Dios". Es Dios quien llena tu boca de risa y tus labios de júbilo (Job 8:21); Dios es quien da cánticos en la noche (Job 35:10); Él es quien ordenó a  Moisés escribir un cántico y enseñarlo a Israel (Dt. 31:19, 22, 30); Él es el que puso un cántico nuevo (Sal. 3) y es quien inspiró a los salmistas la orden de cantar que debían transmitir a los creyentes. Santiago repetirá esta recomendación en el Nuevo Testamento  (Stg. 5:13).

En 1 Co. 14:26 se mencionan  algunas cosas dentro del culto que son para edificación de la iglesia y en primer lugar está la música (Salmos). Es significativo notar que en todo el mundo, la música se ha asociado a la religión. Por una parte siempre ha estado afectada por un carácter religioso. Por otra parte en ningún lugar se conoce una religión sin música. Muchos creyentes nunca han sido conscientes de que la música es un precioso DON de Dios. Otros ni siquiera se han tomado la molestia de descubrir que contiene, examinarlo y ver para qué lo podrían utilizar. No obstante hay muchas personas que valoran este regalo, algunas de ellas lo utilizan únicamente para su satisfacción personal y no saben ver la utilidad que este DON podría tener puesto al servicio de Dios. Es por eso, que debemos examinar y ver qué sitio quiere Dios que ocupe la música en la vida del cristiano o creyente.

3. FUNCIONES DE LA MÚSICA

La música es al mismo tiempo un medio de expresión y de comunicación. Por tanto, el creyente puede utilizar este regalo divino para expresar sus sentimientos más íntimos, los cuales difícilmente podrá expresarlos sólo con palabras: el amor hacia Dios, la alabanza y el agradecimiento por todo lo recibido. También podemos utilizar la música para comunicarnos con los demás: a unos, animarlos en su vida cristiana y a otros transmitirles el mensaje de salvación. Al mismo tiempo, la  música desarrolla en el creyente las facultades que Dios le ha dado y contribuye a su crecimiento y a su equilibrio.

Podemos ver por lo tanto, algunas funciones principales de la música en la vida del creyente:

A. Alabanza y agradecimiento: La música para Dios.
B. Edificación en comunidad: Música para edificar la Iglesia.
C. Transmisión del mensaje y testimonio: La música en la evangelización.

3.1 LA MÚSICA PARA DIOS
Israel era el pueblo de Dios. De una forma natural, los israelitas cantaban para el Señor y el primero de los objetivos de su música era glorificarle. Entre los varios centenares de veces que se menciona la música en el Antiguo Testamento, nueve de cada diez citas se refieren a cantar o tocar para Dios, dándole alabanza. Unas 30 veces encontramos en los salmos la invitación: "cantad a Jehová toda la tierra... cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra; al Dios de Jacob entonad con júbilo. Entonad canción y tañed el pandero, el arpa deliciosa y el salterio" (1Cr. 16:23; Sal. 81:1-2; 98:5; 147:7).

Tenemos el ejemplo  de Moisés (Ex. 15), Débora (Jue. 5), y especialmente de David (Sal. 18:50; 13:6; 71:22; 30:12; 104:33; 66:4).

Al igual que sus compatriotas, Jesús cantaba salmos con sus discípulos (Mt. 26:30); Pablo y Silas en la prisión de Filipos entonaban cánticos en honor a Dios (Hch. 16:25). Al cantar entramos en las intenciones de Dios, que nos ha concedido este DON  y nos pide que lo utilicemos para su Gloria.
  •  ¿Por qué CANTAMOS en vez de DECIRLE nuestra alabanza a Dios?
Cuando hablo, esencialmente es mi inteligencia la que funciona, por ejemplo: Yo puedo identificarme por medio del uso de mi razón a las palabras de un salmo, e incluso repetirlas porque reflejan mi forma de pensar. Pero cuando las canto, una parte más profunda de mi personalidad entra en juego: mis sentimientos e incluso mi cuerpo se encuentran involucrados en la alabanza. La música subraya cada palabra, la amplifica, las grava en nuestros corazones y mueve a la alabanza las partes más profundas de nuestro ser, impulsándola hacia Dios. Cantamos para expresar gratitud, admiración, su fidelidad, su justicia (Sal. 13:6; 71:22; 101:1), y además la alegría que sentimos al pertenecerle (Sal. 98:4; 79:13).

Si un cristiano nunca tiene deseos de cantar, ni siquiera en su corazón ¿no es esto señal de que algo no va bien en su vida espiritual? El apóstol Pablo señala el cantar cánticos como la primera manifestación de la plenitud del Espíritu Santo y al mismo tiempo como un medio para obtener tal plenitud (Ef. 5:19).

"De la abundancia del corazón habla la boca" dice Jesús (Mt. 12:34). Si no tenemos nunca un cántico en la boca, es que hay un vacío en el corazón (Lc. 6:45). Por el contrario, si hay cánticos en abundancia, cantar a Dios tiene la facultad maravillosa de llenar aún más nuestro corazón.

Dios dice que hemos sido creados para su gloria y publicar sus alabanzas (Is. 43:7,21).  Es lo que haremos durante toda la eternidad (Ap. 5:9-13).
  • ¿Cuándo y dónde cantar?
Podemos cantar solos, en la habitación, en la cocina, mientras hacemos cosas que no requieren toda nuestra atención, cuando paseamos, conducimos, etc., cánticos conocidos o improvisados: Dios los escucha, sin juzgar el valor musical como hacen los hombres, porque Él mira el corazón, aceptando nuestro deseo de glorificarle. Podemos cantar JUNTOS, cuando nos reunimos para darle culto.

NOTA
Todos podemos cantar más no todos ministrar.
Cantar es diferente a alabar.
El clímax de la alabanza es la Adoración.
Toda la creación (lo que respire) Alabe a Dios (Sal. 147-150).
Él mora en medio de las alabanzas (Sal. 22:3).

3.2 MÚSICA PARA LA EDIFICACIÓN DE LA IGLESIA
Este es el aspecto principal que el Apóstol Pablo tiene en mente cuando pide a los efesios "hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones" (5:19) o a los Colosenses "enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales" (3:16).

Por medio del canto podemos expresar mucho mejor que sólo por medio de palabras, nuestra felicidad al poder andar con Jesús y nuestro deseo de consagrarnos aún más a Él.  Podemos estimularnos mutuamente a la adoración "Hemos venido a este lugar, juntos en su Nombre a adorar...", "///Santo/// mi corazón te adora...", "Que mi vida entera esté..."; al servicio "Yo quiero trabajar por el Señor", "Da lo mejor al maestro..."; a la gratitud "Hay momentos en que palabras no alcanzan...". En el sufrimiento y el duelo nos consolamos mutuamente mucho mejor por el canto y la música que solo por medio de palabras. Hay además otros muchos aspectos de la vida en los cuales la música es gratificante y edificante.

Los cánticos más bellos vemos que nacen en una situación de prueba o de dolor profundo y han sido fuente de consuelo para muchos creyentes. Es en los momentos difíciles cuando la música revela todo su poder.

3.3 LA MÚSICA EN LA EVANGELIZACIÓN
La música es un medio privilegiado de comunicación. Lógicamente, los cristianos querrán utilizarla para compartir con otros lo más precioso que poseen. La música permanece como una de las formas de expresarse que "pasa" más fácilmente: la lectura cansa, los discursos hacen bostezar, pero la música conserva su poder de fascinación. Si ella no constituye un medio directo de evangelización podrá servir de antesala al mensaje: ella prepara el camino para aquel que siempre viene.

Veamos un ejemplo: En la prisión de Filipos, donde se encontraban Pablo y Silas, aparece el canto y la conversión de algunos. Ellos cantaban alabanzas a Dios y fue por esos cantos, por el terremoto y por la acción del Espíritu Santo, que el carcelero fue convencido de pecado al igual que los suyos.

Esta perspectiva del canto en la evangelización condiciona también su forma: es necesario que la música refleje tanto el carácter de Dios como los sentimientos que Él produce en los corazones de sus hijos. Esta música será pues, muy diferente de la del mundo, para poder dar, en un estilo que las personas de fuera comprendan y aprecien, la imagen de una vida completamente transformada por el Dios que es "completamente distinto y trascendente".

Ella debe suscitar en ellos, en un lenguaje parecido al suyo, la nostalgia del paraíso perdido, la sed de pureza y autenticidad, el deseo de saber más sobre la fuente de los sentimientos expresados en ella. Esta doble exigencia de una música de evangelización que sea auténtica y eficaz (una forma comprensible y un estilo adaptado al público actual por una parte, y un contenido verdadero y transparente por otra) constituye el fondo del problema de la música cristiana actual.

IV. LOS MÚSICOS (CANTANTES Y EJECUTANTES)

1. CUALIDADES

ESPIRITUALES:

* Lleno del Espíritu Santo.

* Consagrado a la causa de Cristo.

* Debe ser consagrado a su llamado como músico cristiano.

* Debe creer en las sanas doctrinas.

* Que sea miembro de la iglesia donde sirve.

* Tener una conducta irreprochable dentro y fuera de la iglesia.

* Debe ser buen mayordomo o administrador de su tiempo o talento.

* Devoción privada con Dios.

PERSONALES:

* Poseer personalidad cooperativa y amable con todos.

* Ser puntual, constante, dedicado y fiel trabajador.

* Seguir instrucciones del director, así no esté de acuerdo con ellas.

* No debe imponer, sino sugerir.

* Considerarse como un colaborador del pastor, director y otros en planes y programas diversos.

* Su apariencia personal, debe inspirar a otros (2 Cr. 20:21).

* Debe entender su labor como parte del ministerio musical de la Iglesia.

MUSICALES:

* Conocimiento básico de música (ritmo, compás, melodías, introducciones).

* No debe sacrificar lo artístico por lo espiritual, aunque debe ser artístico al tocar lo espiritual.

* Al acompañar a la congregación debe saber balancear el instrumento  con el canto.

* Debe esforzarse por memorizar algunos himnos.

* Debe saber transportar, modular e improvisar con facilidad (cosa que se adquiere con práctica).

* Deseo de entrenar a otros que sepan menos que él.

* Debe saber hacer lo mejor posible con el instrumento o la voz que tiene.

2. RESPONSABILIDAD

ANTE DIOS:

* Debe sentir que el Señor le ha llamado y ha puesto un talento en sus manos, por lo tanto él espera que cumpla con su responsabilidad. Este llamamiento incluye la mayordomía de su tiempo y talento.

ANTE LA IGLESIA:

* Debe desarrollar su trabajo pensando en su labor como un ministro, por lo tanto debe honrar este nombramiento y servir fielmente en la Iglesia.

ANTE EL MINISTERIO DE LA MÚSICA:

* Debe colaborar en la preparación y ejecución de los programas musicales.

* En el caso de un buen número de músicos debe cooperar con el plan de participación, elaborado por el director o pastor, es decir, participar en la rotación de músicos.

* Debe interesarse en su trabajo y desear superarse cada vez más y más. Aprovechar talleres, seminarios, congresos.

* Tener cuidado con los instrumentos y notificar cuando estos necesiten reparación, afinación, etc. 

3. SUS DEBERES EN LOS CULTOS

CANTOS CONGREGACIONALES:

* Debe acompañar en himnos y coros en todos los cultos de acuerdo a las indicaciones del Director o Pastor.

* No debe arrastrar el ritmo. Debe moderar el volumen e inspirar a la congregación al tocar.

LA INTRODUCCIÓN:

En los cánticos debe establecer el ritmo, el tiempo, la melodía y tonalidad.

PRELUDIO:

Es el velo que nos separa del mundo, es como una antesala. Es una de las contribuciones más importantes del instrumentista al culto, porque prepara el ambiente espiritual. Debe tocarse con la Gracia de Dios.

OFERTORIO: 

Especie de fondo musical o cortina musical en momentos como la Santa Cena, una poesía.

POSLUDIO:

Sirve para conservar la atmósfera después de que este ha terminado.

CULTOS U OCASIONES ESPECIALES: 

Debe estar dispuesto en ocasiones especiales, matrimonios, funerales, campañas, devocionales, cuando se le pida (Serenatas, cumpleaños).

ACOMPAÑAMIENTO DE SOLISTAS, DÚOS, TRÍOS, CUARTETOS Y COROS:

En la medida que esté a su alcance debe hacerlo con amor y dedicación, ser puntual e ir preparado a los ensayos.

NOTA
La tarea total del músico (ejecutante o cantante) será más fácil y efectiva cuando él sea un instrumento tocado por las manos del Maestro de Maestros.

V. LA IGLESIA Y LA MÚSICA

Todos hemos sido impactados por la música en la Iglesia; de ahí que debemos formarnos un concepto global acerca de todo lo que la Biblia dice sobre la música.

1. LAS DOS FUNCIONES DE LA MÚSICA

FUNCIÓN DEVOCIONAL:
  • La Alabanza y la Adoración. Sal. 150
  •  Dirigida a Dios, como el oyente principal de nuestra música de alabanza y adoración 
Sal. 9:2 "Cantaré a tu Nombre, Oh Altísimo".  

Observemos sobre referencias a la música en  los salmos:

* Hay 107 referencias a la música.

* 35 de estas 107 dirigen la música de alabanza y adoración directamente a Dios como oyente principal.

* Hay 56 que exhortan a otras personas a cantar y tocar sus instrumentos a Dios, el oyente principal.

* Entonces 91 de las 107 referencias musicales en los Salmos nombran a Dios como el oyente principal.

* Muchas de estas referencias a la música ordenan utilizar instrumentos para alabar a Dios.
  • La música de alabanza y adoración como un sacrificio (ofrenda)
Salmo 27: 6b "Yo sacrificaré en tu tabernáculo sacrificios...".

* La perspectiva del sacrificio (ofrenda) musical pone énfasis sobre la grandeza de Dios y, por ende sobre la calidad de la ofrenda (la música en este caso). Ref. Lv. 4 repetidamente exige un sacrificio "sin defecto".

* La perspectiva del sacrificio (ofrenda) musical no permite evaluar la música principalmente según el placer que la música nos da a nosotros.        
  • Las referencias de la alabanza y adoración en el contexto de la alegría y el gozo
* Casi siempre la Biblia cita la música en el contexto de la alegría y el gozo.

* Hay citas que indican que el cántico de Jehová cesa en tiempos de tristeza (Sal. 137).

* Según el concepto bíblico, la música de alabanza y adoración debe ser utilizada como expresión del gozo cristiano (Ap. 5:9).
  • La Expresión de la Vida Cristiana
  •  La música y la presencia del Espíritu Santo
Efesios 5:18 "...sed llenos del Espíritu". Dios habita en medio de las alabanzas de su pueblo, por lo cual debemos alabar a Dios para atraer su presencia y ser llenos del Espíritu Santo.
  • La música como la expresión de la Nueva Vida en Cristo
Ver contexto de la carta de Efesios.
  • La música de los primeros cristianos en medio de la música decadente
A pesar de la degeneración de la música en la sociedad que rodeaba la primera iglesia (época romana del primer siglo), y la identificación de esa música con una sociedad corrupta, el Apóstol Pablo exhorta a los hermanos a expresar su fe a través de la música.  (Ef. 5:18; Col. 3:16).
  • La palabra "cántico" en el Nuevo Testamento
* En el idioma original "ODA" en la lírica coral griega, es un poema destinado a ser cantado.

* La iglesia debe cantar "cánticos espirituales" Ef. 5:18; Col. 3:16.

* Los cuatro seres vivientes y los 24 ancianos cantaban un "cántico nuevo" de alabanza al Cordero (Ap. 5:9).

* Los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia cantaban el cántico de Moisés (Ex. 15, canción de liberación) y el cántico del Cordero (Ap. 15:3).

LA FUNCIÓN PROFÉTICA:

La música era importantísima en la función profética para David, puesto que nombró tres ministros para que profetizaran con música. Es decir, los instrumentos musicales servían de inspiración al hombre y un medio para Dios, y así establecer una comunicación bipartita. 1 Cr. 254:1 "Asimismo David y los jefes del ejército  apartaron para el ministerio a los hijos de Asaf, de He-mán y de Jedutúm, para que profetizasen con arpas, salterios y címbalos".
  • La comunicación del mensaje de Dios
  • La función  profética de la música de David
* David mismo confirma que su música tiene un valor profético. 2 S. 23:1,2.

* Pedro, en sermón del día de Pentecostés identifica a David como profeta (Hch. 2:29-30).

* El argumento central del primer sermón de la Iglesia está basado en las verdades proféticas de dos canciones. Sal. 16:8-11; Sal. 110:1; Hch. 2:25-36.

* El Salmo 22 (de David) es una canción profética con respecto a la pasión de Cristo.
  • La función profética de la música de ASAF (Sal. 73-83)
Los temas de algunos salmos de Asaf evidencian un énfasis profético en su misión, ejemplo:

Salmo 73             El destino de los malos.
Salmo 74             Una apelación a Dios en contra del enemigo
Salmo 75             Dios abate al malo y exalta al justo.
Salmo 81             La bondad de Dios y la perversidad de Israel.
Salmo 82             Una amonestación contra los juicios injustos.
  • La función profética de la música de Moisés
Aquí vemos la música como un testigo frente a Dios contra los hijos de Israel. Según Dt. 31:19 Dios ordenó a Moisés escribir y enseñar una canción que sirviese como documento condenatorio de los pecados anteriores del pueblo de Israel.

* Su letra era muy fuerte; era una letra profética: "... ¿Así pagáis a Jehová, pueblo loco e ignorante?" Dt. 32:5-6.

* Esa letra tenía valor por sí misma; Moisés habló (Dt. 31:30), recitó las palabras (Dt. 32:44). Sin duda lo hizo con un propósito didáctico: enseñarle al pueblo el contenido del mensaje de Dios. "Aplicad vuestro corazón a todas las palabras que yo os testifico hoy, para que las mandéis a vuestros hijos" Dt. 32:46.

* Esa letra tenía música.  La palabra "cántico" de Dt. 31:19 y 32:1 (donde dice que Moisés habló), es la misma que aparece en Ex. 15:1 (donde dice que Moisés cantó).

Entendemos, entonces, que Dios utilizó canciones para hacerles recordar y para enseñar a las generaciones siguientes los mensajes importantes.

NOTA
Llama la atención el hecho de que este uso dramático de la canción profética muestra que en la Biblia la música NO SIEMPRE aparece en el contexto de la alegría y el gozo.
  • La enseñanza de la verdad cristiana
  • La música como  vehículo de la palabra de Cristo Jesús
"Que el consejo de Cristo llene completamente sus corazones. Instrúyanse y anímense unos a otros con toda sabiduría. Canten salmos, himnos y cantos sagrados..." (Col. 3:16 versión  popular).
  • La música como vehículo inteligible
"Cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento... para enseñar a otros" 1 Co. 14:15 y 19.

Según el contexto de 1 Co. 14, se hace énfasis al hecho de la comunicación de un mensaje de manera inteligente y lograr así la enseñanza clara a otros.

La iglesia debe producir y cantar canciones que tengan "enseñanzas" claras para nuestra edificación y la de los demás asistentes.
  • La música como comunicación correctiva
Frente a un mundo que presenta música imbuida de idolatría y otras manifestaciones del paganismo y/o del misticismo oriental, Pablo insta a la iglesia primitiva a hacer música que enseñe el mensaje verdadero de Cristo (Col. 3:16).
  • El músico de la Iglesia como teólogo
* Los músicos del Antiguo Testamento eran levitas y sacerdotes y por eso inferimos que habían estudiado teología en los "seminarios" de su tiempo.

* El conocimiento profundo de la Biblia por parte de un músico, establece su posición doctrinal frente a su responsabilidad de ministrar a la Iglesia.

* Entre más conocimiento de la Palabra de Dios tenga el músico, más rica será su participación en la iglesia, puesto que su actividad no se quedará únicamente en una "ejecución".

* El músico debe depender totalmente de Dios, su Palabra es la que obra el efecto en los corazones, lo demás que hace es adornar una manifestación artística.